La presidenta interina, Jeanine Áñez, ha asegurado este sábado que no acudirá a los actos que tendrán lugar este domingo con motivo de la toma de posesión de su sucesor, el nuevo presidente boliviano Luis Arce.
Áñez ha vuelto a su departamento natal, Beni, situado al noreste del país, y ha criticado el acoso que dice sufrir en su Twitter.
“Aquí me quedo, a seguir aportando en el lugar que me toque, tengo causas, defenderé los bonos y la democracia”, ha señalado en esta red social.
Áñez asumió como presidenta de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales y ha conducido una accidentada transición política hasta el 18 de octubre cuando Luis Arce, del Movimiento al Socialismo, el partido de Morales, ganó las elecciones presidenciales.
Tras las nuevas elecciones, el Parlamento ha recomendado la apertura de dos juicios contra la presidenta interina por presunta responsabilidad en la muerte de más de una treintena de manifestantes en los disturbios que se produjeron en el país tras la renuncia de Morales.
“Los que hoy me están acosando, tendrán tiempo”, apuntó Áñez en su tuit, refiriéndose aparentemente al juicio de responsabilidades que el parlamento pidió en su contra por la muerte de al menos 26 personas por la represión de su Gobierno a manifestaciones contra el golpe.
Los ministros de Áñez renunciaron entre el jueves y viernes pasados y dos de ellos -el de Gobierrno, Arturo Murillo, y el de Defensa, Luis Fernando López- estaban prohibidos de salir del país por orden de un fiscal que los procesa por un caso de corrupción.
Un paro en Santa Cruz, el bastión de la oposición y la llamada “locomotora económica” de Bolivia, además de cabildos, bloqueos de carreteras y otras protestas en algunas ciudades del país para que se realice una auditoria a las elecciones y se detenga antes de este domingo la posesión del nuevo Presidente y Vicepresidente electos, han dominado la antesala de la asunción de Luis Arce, el candidato elegido por Evo Morales para el retorno del MAS al poder, tras casi un año de gobierno transitorio.
Aunque la presidenta provisional, Jeanine Añez, ha dicho en su mensaje de despedida del jueves reciente que entrega un país con una “democracia cimentada”, persiste en Bolivia la crispación social por heridas que no han sido cerradas con la votación del 18 de octubre pasado.
Ni siquiera Añez podrá transmitir directamente este domingo el mando presidencial a su sucesor en el gobierno, ya que se alejó antes de que ocurra y después de que los anteriores legisladores del partido del nuevo presidente votaron por iniciarle un juicio de responsabilidades debido a las muertes que se registraron al comienzo de la transición durante la intervención de las FFAA y de la Policía a bloqueos de seguidores de Evo Morales en las zonas de Sacaba (Cochabamba) y de Senkata (El Alto). Junto a Añez, todo su gabinete y algunos de sus ex ministros también serán procesados por una determinación del MAS.
(Con información de Europa Press)
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