Un paro en Santa Cruz, el bastión de la oposición y la llamada “locomotora económica” de Bolivia, además de cabildos, bloqueos de carreteras y otras protestas en algunas ciudades del país para que se realice una auditoría a las elecciones y se detenga antes de este domingo la posesión del nuevo Presidente y Vicepresidente electos, han dominado la antesala de la asunción de Luis Arce, el candidato elegido por Evo Morales para el retorno del MAS al poder, tras casi un año de gobierno transitorio.
Aunque la presidenta provisional, Jeanine Añez, ha dicho en su mensaje de despedida del jueves reciente que entrega un país con una “democracia cimentada”, persiste en Bolivia la crispación social por heridas que no han sido cerradas con la votación del 18 de octubre pasado. Ni siquiera Añez podrá transmitir directamente este domingo el mando presidencial a su sucesor en el gobierno, ya que se alejó antes de que ocurra y después de que los anteriores legisladores del partido del nuevo presidente votaron por iniciarle un juicio de responsabilidades debido a las muertes que se registraron al comienzo de la transición durante la intervención de las FFAA y de la Policía a bloqueos de seguidores de Evo Morales en las zonas de Sacaba (Cochabamba) y de Senkata (El Alto). Junto a Añez, todo su gabinete y algunos de sus ex ministros también serán procesados por una determinación del MAS.
El descontento de los opositores con los resultados electorales y con algunas decisiones avaladas por el nuevo gobierno no solo se ha sentido esta última semana en las calles de algunas de las ciudades capitales, sino que se reflejará en el mismo día de posesión de Luis Arce y de David Choquehuanca, ya que la bancada de Comunidad Ciudadana, definida por el ex candidato Carlos Mesa como “la cabeza de la oposición”, y la de Creemos, del ex dirigente cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, anunciaron que no asistirán al acto. Con su ausencia los nuevos diputados y senadores opositores pretenden expresar una protesta por la decisión del MAS de cambiar a último momento una normativa que reconocía el contrapeso del poder de la oposición en la Asamblea Legislativa, con el mecanismo de votación de dos tercios para definir algunos temas.
La alianza de Mesa también anunció que el mismo día de la transmisión del mando presidencial su bancada completa presentará una demanda ante la justicia para que se repongan los dos tercios de votación de la Asamblea Legislativa, restringidos por el MAS tras haber perdido esa cuota de poder en la nueva gestión. De su parte, la bancada de Creemos recurrió el jueves mediante una nota a la Presidenta saliente para que solicite al Tribunal Supremo Electoral una auditoría a la votación del 18 de octubre y se detenga así la posesión de los nuevos mandatarios, debido a las denuncias de organizaciones ciudadanas de un presunto fraude electoral.
Mientras hay protestas paralelas de sus opositores en el tenso escenario político y el de las calles, el binomio presidencial avanzó la semana pasada con la recepción de sus credenciales y este viernes con su participación en una ceremonia ancestral en las ruinas de Tiahuanaco. Ante la conflictividad social y política, Luis Arce y Evo Morales han reflexionado sobre la necesidad de un reencuentro nacional que genere la unidad de los bolivianos para enfrentar una de las peores crisis económicas y sanitarias.
Aunque el MAS ha pedido a sus seguidores no responder a las movilizaciones de los opositores, la Central Obrera Boliviana se declaró en emergencia y se anuncia la llegada a La Paz de miles de indígenas y de campesinos para garantizar la posesión del Presidente y del Vicepresidente. Algunos de los dirigentes de organizaciones sociales cercanas al MAS advirtieron con desbloquear algunos de los barrios paceños, donde hubo protestas. Otro dirigente pidió al nuevo Presidente que valide una reforma parcial a la Constitución para que se conformen milicias armadas populares para defender al Gobierno. El pronunciamiento fue rechazado por las Fuerzas Armadas, en tanto que algunos dirigentes del MAS dijeron que esa idea está descartada.
Paro y cabildos ciudadanos
Como ocurrió el año pasado durante 21 días y en el mismo mes de noviembre, la población de Santa Cruz acató este viernes un paro total de 24 horas en protesta por que no se autoriza una auditoría electoral y no se detiene la posesión del nuevo Presidente. También la movilización defiende los dos tercios como derecho de las bancadas opositoras en el Legislativo.
El paro se acató sobre todo en Santa Cruz de la Sierra, con algunos enfrentamientos en puntos de bloqueos, que no tuvieron consecuencias graves. La medida fue aprobada por el Comité pro Santa Cruz, que el año pasado lideró la protesta nacional que derivó en la caída del Gobierno de Evo Morales.
Antes de este paro, sectores ciudadanos se movilizaron en las calles sin grandes dirigentes visibles y protagonizaron un masivo cabildo de protesta en Santa Cruz contra lo que consideran un nuevo fraude electoral, del que responsabilizan al TSE y al MAS.
En otras ciudades como La Paz, Cochabamba, Sucre, Tarija, Trinidad y Potosí también han habido movilizaciones, bloqueos y cabildos, pero menos numerosos y fuertes que los de Santa Cruz.
En ese marco de tensiones, dirigentes del MAS denunciaron que el jueves en la noche hubo un ataque con dinamita a una sede de campaña del partido, en la que se encontraba reunido en La Paz el presidente electo Luis Arce Catacora. Sin embargo, la Policía informó de que se trató de un petardo arrojado cerca de ese lugar.
Sobre el clima de crispación social en la previa de la asunción del presidente electo Luis Arce, el vocero de la campaña del MAS, Sebastián Michel, dijo que se trata de “una catarsis” de la oposición que pasará dentro de una o dos semanas. “Esto pasará en unos días. Es democracia. No hay motivo para pensar en desactivarlos ahora”, dijo.
La sorpresa de una vocal
Mientras el TSE y los organismos internacionales han tratado de aplacar las protestas con intervenciones públicas en las que reiteran con insistencia en que no hubo fraude en la última elección, la vocal del Tribunal Electoral, Rosario Baptista, sorprendió a horas de la posesión de Arce con una carta dirigida al secretario de la OEA, Luis Almagro, en la que pide una auditoría al existir sospechas de fallas e irregularidades en el proceso.
Esta nota evalentonó a la oposición ciudadana y a políticos opositores que protestan contra el TSE y demandan una auditoría a los comicios, porque consideran que hubo fraude. Todos los vocales, excepto la disidente, salieron el jueves a responder a la nota que generó dudas sobre la transparencia del proceso y dijeron que el Organo Electoral ofrece toda la información necesaria para que cualquier ciudadano u organización la puedan verificar.
Se supo que la vocal disidente podría ofrecer en las próximas horas otra nota aclaratoria en la que anunciaría una rectificación, tras el remezón que causó su primera carta.
Mientras la tensión antecede a la posesión de Arce, miles de seguidores del MAS se alistan para recibir el lunes 9 al expresidente Evo Morales, que retornará por tierra y en una larga caravana que ingresará a Bolivia por la frontera con Argentina. El líder del MAS volverá a Chimoré, zona cocalera donde está su mayor bastión y el origen de su vida política, el mismo día en el que salió el año pasado del país.
Entre tanto, esta semana comenzaron a salir de la embajada de México en Bolivia ex ministros que se asilaron para no ser detenidos. La justicia también liberó a otros personajes del partido de Morales, en tanto que el jueves se conoció las primeras órdenes de arraigo para los ministros de Defensa y de Gobierno de Jeanine Añez, para evitar que salgan del país.