En ocasión de la 50° Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Centro Simon Wiesenthal propuso al secretario general del organismo, Luis Almagro, llevar adelante una campaña conjunta para que todos los países de Latinoamérica y el Caribe sigan el camino de Canadá, Estados Unidos, Argentina y Uruguay y adopten la definición práctica de antisemitismo elaborada por la Alianza Internacional de Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés).
Almagro se declaró a favor del argumento de los doctores Shimon Samuels y Ariel Gelblung, Directores de Relaciones Internacionales y para América Latina del Centro Wiesenthal, entendiendo que la definición es el “primer y único estándar internacional para identificar cuando un acto es antisemita, y de tal modo, actuar en prevención, educación, memoria y eventualmente, punición, evitando lagunas legislativas y brindar de este modo mayor protección jurídica a los ciudadanos judíos de las Américas.”
La OEA instó a los estados miembros adoptar tal instrumento durante las deliberaciones de la Asamblea General. La Secretaría General del organismo tomó la definición en 2019, previo a la 49° Asamblea.
“Debe considerarse como un privilegio y una obligación -en un continente que es hogar de comunidades judías pero que también dio refugio a criminales nazis y sus cómplices- unirse a la Alianza de manera oportuna. Nada debería impedir la adopción de esta definición, como un medio concreto para proteger a sus ciudadanos”, señaló un comunicado de Samuels y Gelblung. “Nos dirigiremos a cada estado miembro de la OEA a su debido tiempo”, concluyeron.
La Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) reúne a gobiernos y expertos a fin de reforzar, impulsar y promover la educación, la memoria y la investigación en todo el mundo sobre el Holocausto.
El 26 de mayo de 2016, los 31 países miembros de la IHRA adoptaron la definición práctica, jurídicamente no vinculante, de antisemitismo: “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.
Seguir leyendo: