El gobierno saliente de Bolivia, encabezado por Jeanine Áñez, no invitará al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, ni al ex jefe de Estado Evo Morales a la posesión del presidente electo Luis Arce, el próximo 8 de noviembre, según anunció este jueves la cancillería.
“Cancillería no invitará a Nicolás Maduro a los actos de transmisión de mando, puesto que el Estado Plurinacional de Bolivia reconoce al Gobierno del presidente encargado Juan Guaidó como el gobierno legítimo de Venezuela”, indicó el ministerio conducido por Karen Longaric en un comunicado.
La administración de Áñez emitió un decreto para organizar los actos para el traspaso del gobierno a Arce, contundente ganador de las elecciones generales del pasado 18 de este mes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que la administración electa le manifestó su deseo de invitar a Maduro y al ex presidente Evo Morales a las ceremonias en La Paz, pero que “no extenderá dichas invitaciones”.
La canciller interina detalló en un comunicado que el ex presidente boliviano es considerado por el Gobierno transitorio como alguien “hostil al proceso democrático boliviano y su presencia en el país generará tensión social y política”.
Por otra parte, Guaidó sí recibió una invitación por parte del gobierno de Áñez para la posesión de Luis Arce como presidente de Bolivia.
“Tengo el agrado de dirigirme a Vuestra Excelencia a nombre del Estado Plurinacional de Bolivia, a objeto de invitarle a los Actos de la Transmisión de Mando Presidencial y Asunción del Presidente Electo, Luis Alberto Arce Catacora, para el periodo 2020-2025, que se llevará a cabo el día 8 de noviembre del año en curso en la ciudad de La Paz”, dice la carta.
Morales, refugiado desde fines de 2019 en Argentina, confirmó que retornará a su país el lunes 9 del próximo mes, un día después de la posesión de Arce. “Llega por el mismo lugar que salió. Va a ser un día histórico para nosotros. Nos concentramos a nivel trópico y a nivel nacional para recibir a nuestro líder histórico de Bolivia”, expresó Andrónico Rodríguez, senador electo por el MAS.
El gobierno transitorio boliviano, apenas instalado en el poder en noviembre de 2019, tras la renuncia de Morales a la presidencia, rompió las relaciones con el régimen de Venezuela, que fueron muy estrechas durante los 14 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
Áñez había denunciado entonces intromisión venezolana en los asuntos internos de Bolivia y también ordenó el abandono del bloque político-económico Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que había impulsado el fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez.
De manera paralela, Bolivia reconoció entonces al líder opositor venezolano Guaidó como presidente interino.
El gobierno entrante de Arce no emitió ningún comentario respecto a esta decisión de la cancillería. Este jueves se produjo el primero encuentro entre los dos equipos de coordinación con la administración saliente para conversar sobre los actos protocolares.
Marianela Prada, que forma parte de la coordinación del presidente electo Arce, informó de manera general que “hemos pedido que se haga un corte administrativo inmediato, que el gobierno saliente ya no tome decisiones que comprometen la política económica y social de nuestro país”.
El acto está previsto en la Asamblea Legislativa, donde habitualmente es investido el presidente del país antes de dirigirse al vecino Palacio de Gobierno en el centro de La Paz.
Morales sostuvo que no planea involucrarse en el gobierno de Arce una vez que vuelva al país. En una entrevista con la agencia AFP el pasado lunes, dijo que se instalará en Cochambamba para retomar el activismo sindical e incurrir en la piscicultura. “(Estaré) en la zona del Trópico de Cochabamba, junto a los movimientos sociales y al MAS (Movimiento al Socialismo). Vamos a cuidar, a defender nuestro proceso, vamos a acompañar a Lucho (Luis Arce), por supuesto, somos militantes. Vamos a cuidar nuestros principios ideológicos, también los programas sociales para bien de todo el pueblo boliviano”, aseveró.
Arce fue proclamado vencedor de las elecciones generales del pasado 18 de octubre en Bolivia con una amplia mayoría del 55,1% de los votos, al frente del Movimiento Al Socialismo (MAS). Los comicios para elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados se repitieron prácticamente un año después de que se anularan los del 20 de octubre de 2019 por denuncias de fraude a favor del entonces presidente Morales, que había sido declarado vencedor para un cuarto mandado seguido y que renunció denunciando que era forzado a dejar el poder por un golpe de Estado.
Polémico viaje de Evo Morales a Venezuela
El pasado viernes 23 de octubre por la noche el ex presidente boliviano realizó un viaje relámpago a Venezuela, que despertó una gran incertidumbre. Durante las menos de 48 horas que permaneció en suelo venezolano, Morales mantuvo en secreto su agenda. Los medios oficialistas del régimen chavista, que publicitan cada uno de los actos de Maduro, optaron por el silencio absoluto y no informaron ni una palabra sobre la visita del boliviano.
El ex mandatario tuvo una reunión privada con el dictador Maduro en el que se analizó la situación regional tras la victoria del delfín del MAS, Luis Arce, el domingo pasado. Y también habría discutido su situación particular.
El ex presidente de Bolivia fue y retornó en un aeronave Embraer Lineage 1000 (matrícula YV3016) pintada con los colores de la aerolínea estatal venezolana Conviasa. El avión chavista se encuentra en una lista negra de Estados Unidos desde que el gobierno de Donald Trump lanzó a principios de 2020 un paquete de sanciones enfocado en la aerolínea estatal para presionar al régimen.
Su regreso a suelo argentino se efectuó el domingo por la madrugada, de la misma manera en la que se fue: de forma sigilosa, sin mostrarse en público ni explicar los motivos de su polémico viaje a Venezuela, y a bordo de una nave sancionada por Washington.
Con información de AFP
MÁS SOBRE ESTE TEMA: