Desde el máximo cargo en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional chilena (ANFP), Sergio Jadue estableció nexos con la red de corrupción más grande ligada a este deporte, tanto en Sudamérica como a nivel global.
Hoy, desde Miami, se ha convertido en un delator premiado del FBI en el marco de la causa conocida como “FIFA gate”. Jadue describe desde el 2015 a la agencia norteamericana todas sus acciones y las de sus ex socios a cambio de evitar ir a prisión y gozar de una vida que, según sus cercanos, siempre pretendió tener: un yate, departamento en una zona exclusiva, restaurantes caros y otros lujos. La sentencia por su rol en el escándalo fue nuevamente aplazada en Estados Unidos y la posibilidad de ser extraditado a Chile es muy lejana.
La defensa del expresidente de la ANFP solicitó por décima vez el aplazamiento del proceso y el requerimiento fue aceptado por la justicia norteamericana. Su abogado, William Brodsky, realizó la gestión y consiguió que la sentencia se mueva para abril de 2021.
La estrategia de dilación le ha brindado la oportunidad de extender una vida de privilegios.
La suerte de Jadue es distinta a la de otros procesados por el escándalo. Entre ellos se cuentan dos importantes dirigentes de la confederación sudamericana, Juan Ángel Napout (Paraguay) y José María Marín (Brasil), quienes fueron encarcelados en 2018, en Nueva York. La defensa de los aludidos, en su oportunidad, presentó una apelación a la pena de prisión, lo que fue negado rotundamente por el tribunal. En el caso de Napout, ex vicepresidente de la Conmebol, la sentencia alcanza los 9 años en cárcel.
El camino de Jadue fue distinto por su voluntad de colaborar. Expertos en la materia de protección a testigos explican que, además de mantenerse en libertad durante el proceso en su contra, recibe un pago mensual que alcanzaría los USD 4.000.
En Chile, Sergio Jadue, fue formalizado en ausencia y es buscado por los delitos tributarios por más de USD 2 millones y por apropiación indebida de otros USD 2,5 millones. Por estas causas, y otras de menor cuantía, la justicia chilena ha solicitado su extradición desde Estados Unidos.
Felipe Sepúlveda, fiscal a cargo de uno de los casos relacionados, aseguró que mantiene la expectativa de que el pedido sea concedido pese a los múltiples aplazamientos que ha logrado el calerano ante la justicia norteamericana.
“Estamos a la espera de la extradición”, dijo a El Mercurio. “Somos respetuosos de la administración de Justicia de Estados Unidos y nos gustaría que la situación del imputado Sergio Jadue se resuelva pronto en beneficio del proceso de extradición, que lleva varios años en tramitación”, añadió.
Jadue llegó a Estados Unidos cuando aún ejercía el cargo de presidente del fútbol chileno. Al tanto del proceso investigativo, solicitó resguardo de su seguridad a cambio de empezar a delatar a dirigentes involucrados en el desfalco de sumas millonarias provenientes de los derechos de transmisión del fútbol y elección de sedes para competiciones, incluida la Copa América de Chile en 2015.
El periodista Juan Eduardo Hernández, quien ha investigado los pasos de Jadue, reveló que vive el exclusivo sector de Sunny Isles, donde habita un departamento que no cuesta menos de U$S 32 millones de dólares.
La historia del ex presidente del fútbol chileno tiene los ribetes suficientes como para haberse convertido en una serie de televisión. Algo que ya hizo Amazon, con “El Presidente”.
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