Le decían el “Príncipe” el estilo de vida que llevaba. También lo llamaron “El señor de los anillos” por su obsesión por los vehículos Audi. General en retiro, también acostumbraba a realizar compras en tiendas de alto costo y comer en restaurantes de primer nivel.
El dinero para esos gastos, no obstante, parecen no haber tenido origen legal. La jueza Romy Rutherford ha determinado que provenían de los denominados gastos reservados del Ejército. La magnitud del desfalco habría sido tal que, sólo en una cuenta compartida con su esposa, Anita Pinochet, el funcionario tenía la suma de 8 mil millones de pesos chilenos, más de USD 10 millones.
El destino del dinero eran especialmente pasajes de avión para él, su esposa, y otros parientes, siempre en primera clase.
Un ejemplo tuvo lugar en 2012, cuando estuvo en Haití por un par de horas para luego seguir a Miami, después a Cancún y posteriormente a Madrid. En otras palabras, pareció tomarse una vacaciones en cuando debería haber viajado por una misión especial.
Le gustaba ofrecer pagos en efectivo. La investigación indica que Fuente-Alba ofreció dinero al contado a cambio de una parcela que compró en Chicureo, sector rural próximo a la capital, por USD 700.000 . También, en el mismo ítem, adquirió servicios para el diseño de un jardín por USD 50.000 dólares.
El ex militar adquiría, además, automóviles que a veces sólo manejaba por unos meses antes de cambiarlos. Con ellos y en compañía de amigos concurría a los restaurantes más caros de Santiago y realizaba compras en casa comerciales exclusivas.
Una de las más beneficiadas con la excentricidades del general fue su esposa. De ella se tiene registro de un estilo de vida similar a la del general, con numerosos viajes y compras ostentosas en distintos países del extranjero.
La magistrada Rutheford, acusó al general (r) por el delito de malversación de caudales públicos. También por los viajes realizados en el avión institucional con fines personales. En concreto, Fuente-Alba habría usado la aeronave para trasladarse desde Santiago hacia La Serena, una comuna turística ubicada a casi 500 kilómetros. En esta ciudad, el militar tiene una propiedad destinada a fines vacacionales.
El propio Fuente-Alba habría concedido habe realizado estos actos: “admite haber solicitado el avión institucional para viajar a su departamento en Puerto Velero y haberlo hecho para no tener que manejar tantas horas ni tener que irse en el vehículo de escolta que era duro y le causaba molestias a la columna”. “El encartado no recuerda cuántas veces lo habría hecho de esa manera, cuestión que deja claramente en evidencia que no se trataba de una solicitud excepcional”, agregó la ministra, indicando además que, de acuerdo a lo expuesto por Fuente-Alba, incluso en los viajes también participaron su cónyuge, hijo y pareja de este de último.
Uno de los que ha investigado en profundidad los gastos de “El señor de los anillos”, además de la ministra, es el periodista chileno Mauricio Weibel. “En el caso del ex comandante en jefe Juan Miguel Fuente-Alba, la justicia civil, la Fiscalía y la justicia militar empezaron a investigar su patrimonio porque hay una diferencia abismal entre sus ingresos históricos y lo que tiene. Aparece con propiedades por más de mil millones de pesos y con una serie de compras y ventas de propiedades entre sus distintos hijos y él mismo, unas triangulaciones bastante extrañas. Aparece realizando alrededor de 14 compras de autos de lujo, entre ellos varios Audi, por 70 millones de pesos. Hay un informe tributario de Impuestos Internos donde también hay una diferencia bastante llamativas, aparentemente de miles de millones de pesos, entre sus ingresos y sus haberes”, enfatizó.
A juicio del periodista y escritor, todas las acusaciones están probadas por la justicia y lo único que se debe indagar es el origen del dinero.
El ex militar podría recibir una pena de hasta 15 años de prisión. Estuvo detenido en el Regimiento de Policía Militar luego de ser acusado formalmente, pero le fue otorgada la libertad condicional en los días más duros de la pandemia en Chile. Mientras tanto, continúa recibiendo su pensión, cercana a los USD 4.000.
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