Lo que se elige en la jornada de este 25 de octubre
Serán dos facsímiles o papeletas las que los chilenos y chilenas encontrarán en las urnas este domingo. Una tendrá la pregunta: ¿Quiere usted una nueva Constitución?, y propondrá dos opciones Apruebo o Rechazo. La siguiente pregunta será: ¿Qué tipo de órgano debiera redactar una Nueva Constitución? Y se presentan otras dos posibilidades de elegir, Convención mixta constitucional o Convención constitucional.
Así como se advierte en el voto, tras cada alternativa, de ganar el Apruebo y la opción Convención mixta, ésta sería integrada en partes iguales por miembros electos por la votación de la ciudadanía y parlamentarios en ejercicio. En el caso de que se elija la opción Convención Constitucional, este órgano estará compuesto “exclusivamente por miembros elegidos popularmente” para ese fin.
“Convención constituyente”
Tras el acuerdo alcanzado por representantes del mundo político, el pasado 15 de noviembre de 2019, “la Convención, cualquiera de las dos, no podrá intervenir ni ejercer ninguna otra función o atribución de otros órganos o autoridades establecidas en esta Constitución o en las leyes”. En resumen, su único fin será el redactar la nueva Carta Fundamental y para ello tendrán un plazo de nueve meses prorrogable por tres meses. Al finalizar su trabajo, se realizará un nuevo Plebiscito al que se le ha denominado “de salida” en el que los ciudadanos aprobarán o rechazaran lo llevado a documento por el conformado grupo.
La Convención constitucional o Convención Constituyente, tendrá el 100% de sus miembros elegidos, estará integrada por un total de 155 personas. A ellos, de ganar el Apruebo, se les podrá elegir en la fecha establecida en el acuerdo, que corresponde al 11 de abril de 2021, misma fecha en la que se elegirá a alcaldes, concejales, consejeros regionales y gobernadores regionales. El número de constituyentes por distritos será la misma que la de los diputados, una especie de espejo que trabajará con las mismas condiciones legislativas, en cuanto a quórums y distribución distrital.
Una de las principales novedades que quedó acordada en el pacto que permitió el inicio del proceso, es que la composición de sus miembros deberá ser cien por ciento paritaria. Es decir, ningún género podrá ser sobrerrepresentado y para alcanzar esto, fue establecido un mecanismo de corrección en caso de que la paridad no se produzca de forma natural. Las listas de postulación, por lo tanto, deberán estar compuestas por la misma cantidad de hombres y mujeres.
En el caso, por ejemplo, de que en un distrito que debe elegir a cuatro convencionales, de elijan tres hombres, la fórmula para la corrección ha definido que de ellos, el de menor votación, deberá ceder su puesto a la mujer de su mismo partido que tenga más votos, asimismo si ocurre con tres mujeres, deberá hacer lo mismo con el hombre con mayor votación, del mismo partido.
Lo otro, y que aún es materia de discusión en el Congreso chileno, son los cupos especialmente destinados para pueblos originarios. Este punto podría cambiar el número de miembros de la Convención. Entre los integrantes de la comisión de Constitución del Senado, donde se debate el tema, existen grandes desacuerdos. Los puntos en disputa son si se agregarán escaños para ellos, es decir que se sumen a los ya acordados 155 convencionales o si se regula la fórmula para garantizar su representación sumándolos a la cifra acordada. El otro debate se instala en el establecimiento de un padrón especial para electores indígenas.
“Convención mixta”
Si fuera el caso de que gane el Apruebo y se imponga la opción Convención Mixta, serán 172 los integrantes, divididos en 86 parlamentarios en ejercicio y 86 ciudadanos elegidos para este fin exclusivamente. Los 86 congresistas, serían determinados por el Congreso Pleno y según describe la reforma constitucional que dio curso al proceso, ellos podrán presentar listas o pactos electorales y serán electos bajo el mismo protocolo con el que se elige a los legisladores.
En el caso de la convención mixta, la paridad (hombres / mujeres) sólo está asegurada en los 86 miembros elegidos para este fin. Si los senadores y diputados quisieran mantener esa condición, todas las mujeres que componen el Congreso, con excepción de dos de ellas, tendrían que pasar a la convención. Además, en los 86 cupos para ciudadanos comunes, se definirá el espacio para los pueblos originarios. Esto con los parámetros que, se espera, resuelva la comisión de Constitución que aún discute el tema. En cualquiera de los casos, ya sea Convención constitucional o Convención mixta, los independientes tendrían un mecanismo que facilitará su postulación.
En otro sentido, y avanzando en un trámite legislativo que se libera en el parlamento, se encuentra la reforma que promueve la inscripción de candidaturas de personas que no militen en un partido, ya sea de manera individual o través de listas. La norma, hasta ahora, rebaja el número de firmas que deben recolectar y permite que se presenten vía electrónica y no solo de forma presencial debido a la pandemia.
Respecto a la dieta, inhabilidades y lugar de trabajo de los Constituyentes, aún no se ha definido el lugar, aunque se ha comentado que el lugar ideal sería el edificio del Congreso Nacional de Santiago (Ex Congreso). Sí está claro cuánto percibirán monetariamente por la función asignada. Los parlamentarios que deban formar parte de esta Convención, en caso de ganar la opción Mixta, seguirán recibiendo el sueldo que les corresponde como congresistas, 7 millones de pesos (USD 9.000). Por su parte, los elegidos desde los ciudadanos comunes percibirían 2,5 millones cada uno (USD 3.200 dólares).
Sobre eventuales inhabilidades, se estableció que quienes integran la Convención constitucional o mixta, no podrán postular a cargos públicos hasta un año después de que finalice su labor. En cambio, tanto diputados y senadores que, eventualmente, trabajen al mismo tiempo como Convencionales, quedarán eximidos de su obligación de asistir a las sesiones de sala y comisión propias de la gestión que les corresponde. Mientras que, no se fijó en la normativa que no puedan postular a la reelección mientras cumplan con esta labor, es decir, en las próximas elecciones parlamentarias que se desarrollarán en noviembre de 2021.
Lo que esta en juego
Los expertos señalan en general que lo que ocurra con el porcentaje de participación y la diferencia que presente el resultado entre ambas opciones de convención serán las variables para analizar, así como lo que ocurra en comunas específicas como Las Condes, donde su alcalde se perfila como candidato presidencial del oficialismo y que ha hecho pública su opción por el Apruebo, y Valparaíso una de las comunas más importantes de Chile.
Al escenario regular de incertidumbre para una elección chilena, que para esta jornada cuenta con inscripción automática y voto voluntario, hay que sumarle el contexto de pandemia. “No sabemos qué efecto va a tener el susto a contagiarse entre la población más adulta, que es la que más vota y que son población de riesgo”, señala la académica de la Universidad Diego Portales y coordinadora de Estudios de Investigación del Consejo para la Transparencia, Carolina Garrido. “Yo creo que vamos a tener una participación más alta que la que hemos tenido los últimos años en Chile, pero no ocuparía un número para decir si fue exitoso o no. Cualquier aumento respecto a elecciones anteriores ya es un éxito considerando la pandemia y el hecho de que la abstención electoral y la desconfianza institucional no es algo que se cambie de un día para otro”, dice.
“Más importante que quién gane es saber cuál es la brecha entre el Apruebo y el Rechazo, y sobre todo cuál es la brecha entre la Convención Constitucional y la Mixta, porque no es lo mismo que la Convención Constituyente gane por dos puntos a que sea por 20 o 30 puntos porcentuales de diferencia. En las brechas va a estar la clave de interpretación”, declara Garrido.
Llegó el día y la pandemia cruzará la jornada desde los protocolos hasta la participación ciudadana. Los cuidados sanitarios, buscan impedir la propagación del virus. La vigilancia y el control, en materia de seguridad, y lo que se vota con sus efectos asociados, serán parte de la conversación y discusión de este día histórico para Chile. Una serie de variables que forman parte de un proceso que se juega su validación desde la participación ciudadana y que tendrá al país andino en el foco de atención del mundo entero.
Protocolos sanitarios
No será una jornada típica. Las autoridades chilenas debieron implementar medidas especiales para controlar la propagación del coronavirus, la arista sanitaria trajo consigo reglas radicales que por ejemplo, impiden que personas contagiadas acudan a los centros de votación. La subsecretaria de salud pública, Paula Daza, fue enfática en advertir que quienes sean controlados y presenten antecedentes de positividad, serán puestos a disposición de la policía. "Carabineros, la PDI y personal de la autoridad sanitaria van a estar fiscalizando fuera de los colegios en forma aleatoria. En caso de encontrar una persona covid positivo o contacto estrecho, inmediatamente Carabineros o la PDI se comunica con la seremi de Salud y con el fiscal y, automáticamente, esa persona es aislada. (Pero si ya está dentro del local), esa persona puede votar y, una vez que realice su derecho a sufragio, va a ser aislada inmediatamente para evitar el contagio con las personas que estén alrededor”, señaló.
Pero no es la única regla, también miles de personas se encuentran actualmente en confinamiento, tanto porque residen en un territorio que está en la etapa 1 ó 2 del plan “Paso a paso” (Cuarentena o Transición -que implica cuarentena los fines de semana y feriados) o por otras situaciones, como que vienen llegando del extranjero. Para todos los casos hay regulaciones y planificación que marcará la jornada eleccionaria.
Todos los ciudadanos residentes de comunas que se encuentren en fase 1 ó 2 y que deben pedir permisos especiales a la policía para transitar, podrán ir a votar este domingo solo portando su carnet de identidad, y sin necesidad de solicitar ningún permiso especial para desplazarse. Dicho documento les permitirá solo acudir a sufragar, por lo que si la persona necesita realizar otra actividad esencial, como comprar insumos básicos, deberá pedir el permiso respectivo en la Comisaría Virtual (www.comisariavirtual.cl), tal como lo hace en días normales en los que rige la norma de confinamiento. “Queremos que este plebiscito sea seguro y participativo y es por eso que el desplazamiento será sumamente simple para que las personas puedan ir a votar”, explicó durante la semana la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell. La cédula de identidad tendrá validez, tanto para la circulación como para el sufragio, incluso si está vencida con doce meses de caducidad.
Las personas que ingresan a Chile desde el extranjero, deben realizar una cuarentena preventiva. Sin embargo, en esta ocasión si arriban al país con motivo del Plebiscito podrán ir a votar sin realizar el confinamiento, pero sí, mostrando un test PCR negativo certificado, que haya sido realizado en los últimos tres días, además de su identificación y pasaporte covid, que consiste en una declaración jurada que se descarga desde internet. (www.c19.cl)
Otro cambio se relaciona con que se limitará el acceso al interior de los locales de votación. Para calcularlo, se multiplicó el número de mesas dispuestas en cada escuela habilitada como centro de votación. En los espacios cerrados, se permitirán como máximo diez personas en la cola, además de dos electores, los cinco vocales y cuatro apoderados que constituirán la mesa. El resto de las personas deberán esperar en el exterior y quienes concurran a votar deben llevar, además de su cédula de identidad, un lápiz de pasta color azul y mascarilla. Si alguien no lleva lápiz, se le facilitará uno en la mesa de votación, el que será sanitizado una vez que se utilice. En todos los espacios, habrá alcohol gel.
Protocolos de seguridad
Las medidas buscan evitar la propagación del covid-19, pero no es lo único que preocupa a las autoridades. También la variable de la violencia, que ha resurgido en los últimos días tras el aniversario del estallido social, ha sido materia de análisis y para ello, se ha trabajado de manera conjunta con la policía y el Ejército de Chile, que es la institución a cargo de la seguridad al interior de los recintos de votación. Históricamente, para estos períodos especiales donde la ciudadanía debe concurrir a las urnas, se establecen disposiciones que prohiben la realización de eventos masivos o la venta de alcohol, lo que se conoce como “ley seca”. Se trata de un artículo legal que comienza a regir a las cinco de la mañana y se extiende hasta “dos horas después del cierre de la votación”. En este período, los centros de venta de alcohol “no podrán expender bebidas alcohólicas para su consumo en el local o fuera de él, exceptuándose sólo a los hoteles respecto de los pasajeros que pernocten en ellos”. Para los dueños de botillerías y locales comerciales que infrinjan la medida, podrán ser clausurados por las fuerzas encargadas del orden público para esta jornada.
Asimismo, y en virtud de garantizar el desarrollo normal del proceso, el ministerio del Interior y Seguridad Pública, hizo cambios en el toque de queda que rige desde marzo de este año en el país, y para efecto de estas horas de elección, se retrasará su horario de vigencia. De manera que se adelantó el fin del toque de queda a las 4 de la mañana, y vuelve a regir desde el lunes a la 01:00 horas. El cambio, tiene sentido, según la autoridad, como una forma de dar mayor tranquilidad a los votantes, vocales de mesa y trabajadores que tienen que cumplir labores el mismo 25 de octubre. “Creemos que todas estas medidas que adopta el Gobierno van en la línea de incentivar la participación y esto va en esta dirección. Tenemos que garantizarles a todo quienes concurran a votar que van a poder realizar eso en completa tranquilidad”, declaró el secretario de Estado, Víctor Pérez.
Con las medidas, las autoridades buscan que la elección tenga un curso y desarrollo normal y sin incidentes, en días en los que las protestas y disturbios han amenazado el proceso, incrementando el temor, advertido desde ciertos sectores de la política chilena.
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