La aplicación de mensajería Telegram anunció este viernes que su servicio en Cuba estaba sufriendo interrupciones desde el miércoles, de acuerdo con denuncias de sus usuarios. En tanto la organización Human Rights Watch advirtió ante un posible caso de censura por parte del régimen.
“Nuestros usuarios en Cuba están reportando problemas de conexión que les impide usar nuestra app con normalidad”, escribió la compañía en Twitter.
Y añadió: “Estamos monitoreando la situación pero el problema no es nuestro. Esperamos que el proveedor responsable de este inconveniente pueda dar una solución lo antes posible”.
Por su parte, el director ejecutivo de la ONG de protección de Derechos Humanos Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, informó que el problema tiene “varios días”, y que la aplicación es utilizada normalmente por los cubanos para sus comunicaciones, posiblemente por las condiciones de seguridad que ofrece la misma.
“Telegram aclara que el problema no es suyo. El servicio de internet en Cuba lo provee únicamente ETECSA, de propiedad estatal ¿Nuevo intento de censura del régimen?”, escribió Vivanco en su cuenta de Twitter.
Hasta el momento, la estatal ETECSA, único proveedor de servicios de telecomunicaciones en el país caribeño, no ha hecho ninguna referencia expresa al fallo de Telegram, aunque el miércoles informó -también en Twitter- de que había recibido “reportes de algunos usuarios con dificultades en el acceso a Internet por datos móviles”.
“Nuestros especialistas trabajan para solucionar esta problemática en el más breve plazo. Ofrecemos disculpas por las molestias ocasionadas”, agregó la empresa.
El servicio de mensajería permanece fuera de servicio en la isla, al menos para los dispositivos móviles, en los que solo funciona si se activa una VPN o si se accede a través de un “proxy”. Su versión de escritorio, sin embargo, sí está activa y permite el acceso sin problemas, según pudo comprobar EFE.
De hecho, poco después de que la aplicación dejara el miércoles de funcionar, los internautas comenzaron a divulgar e intercambiar enlaces de proxy que la hacían accesible de nuevo.
Telegram, considerada una de las redes más seguras del mundo, es también una de las aplicaciones más utilizadas por los cubanos, que la emplean no solo para comunicarse, sino también para descargar contenidos audiovisuales y libros que en muchos casos no están disponibles en el país caribeño.
Las principales instituciones, empresas y medios de comunicación del Estado cubano también tienen presencia en esta red, por lo que algunos internautas consideraron en las últimas horas contradictoria la teoría, esgrimida por muchos otros, de que la aplicación se encuentre temporalmente censurada.
No existen datos disponibles sobre el número exacto de personas que emplean Telegram en Cuba, pero son miles a tenor del número de usuarios registrados en canales relacionados con la isla: el del Ministerio cubano de Salud cuenta con más de 152.000 suscriptores, el de la web estatal Cubadebate, con 31.736 y uno llamado “Compra y venta en Cuba”, con 109.000.
Además, desde que comenzó la pandemia del coronavirus agravando la escasez de alimentos y otros bienes básicos, sus canales se han convertido en una valiosa fuente de intercambio de información sobre la llegada a las tiendas de pollo, leche, aceite, detergente o crema dental, entre los productos más buscados.
Cuba, durante años uno de los países más desconectados del mundo, comenzó en 2015 a expandir el uso de internet, aunque el verdadero despegue llegó a finales del 2018 con la llegada del servicio 3G y luego el 4G a los teléfonos móviles de los cubanos.
Según datos oficiales difundidos por Etecsa en agosto pasado, en la actualidad son ya cuatro millones de usuarios -el país tiene algo más de 11 millones de habitantes- los que acceden a internet a través de la red móvil.
Debido al embargo de Estados Unidos, hay aplicaciones, servicios y plataformas que no son accesibles desde Cuba, en tanto otras se encuentran bloqueadas desde el interior de la isla, sobre todo páginas de medios de comunicación independientes o críticos con el Gobierno cubano.
Telegram, creado por el ruso Pável Dúrov en 2013 junto a su hermano, ganó rápidamente popularidad por su seguridad y protección a la privacidad del usuario, lo que lo puso en el punto de mira de varios países, que lo acusan de facilitar las comunicaciones entre terroristas del grupo Estado Islámico.
La red de mensajería estuvo bloqueada en Rusia entre abril de 2018 y junio de este año, después de que la Fiscalía General de ese país acusara a la compañía de incumplir sus obligaciones legales, entre ellas la de compartir con las autoridades los códigos de cifrado de las comunicaciones entre sus usuarios.
Disponible en más de veinte idiomas, Telegram, basado actualmente en Dubái, cuenta ya con más de 400 millones de usuarios en todo el mundo.
Con información de EFE
Seguir leyendo: