El régimen cubano pone fin a su cuarentena: reabre la isla al turismo e impone barbijos obligatorios

El país cambió su estrategia frente el coronavirus, tras reconocer la necesidad de poner en funcionamiento la economía, golpeada por siete meses de cierres y restricciones

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Una pareja con máscaras contra la propagación del nuevo coronavirus trota bajo la lluvia, pasando frente a hombres pescando en el malecón, en La Habana, Cuba, el martes 6 de octubre de 2020. (AP Photo / Ramon Espinosa)
Una pareja con máscaras contra la propagación del nuevo coronavirus trota bajo la lluvia, pasando frente a hombres pescando en el malecón, en La Habana, Cuba, el martes 6 de octubre de 2020. (AP Photo / Ramon Espinosa)

Cuba cambió el lunes su estrategia para enfrentar al nuevo coronavirus a través de una “nueva normalidad” que incluye oficinas públicas y comercios abiertos y una mayor movilidad de los ciudadanos, pero con uso obligatorio de barbijo y manteniendo la distancia social.

Además, ya no se aislará de manera obligatoria en centros especiales a los contactos de casos sospechosos como se hizo hasta ahora y se podrían recibir pasajeros nacionales y extranjeros por todos los aeropuertos, salvo en La Habana.

Las autoridades reconocieron la necesidad de poner en funcionamiento la economía, golpeada por siete meses de cierres y restricciones.

Un ciclista con máscara como medida de precaución contra la propagación del nuevo coronavirus lleva un pollo en la mano mientras pedalea su bicicleta en La Habana, Cuba, el domingo 11 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramón Espinosa)
Un ciclista con máscara como medida de precaución contra la propagación del nuevo coronavirus lleva un pollo en la mano mientras pedalea su bicicleta en La Habana, Cuba, el domingo 11 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramón Espinosa)

“Nunca hemos tenido ese dilema entre la salud y la economía...lo primero es siempre la salud de nuestro pueblo”, dijo el martes en una comparecencia en el horario estelar de la televisión el viceprimer ministro y titular de las finanzas del país, Alejandro Gil Fernández para quien sin embargo la situación del país es “muy tensa” en términos monetarios.

Aunque esta “nueva normalidad” se aplicará en la mayoría de las provincias del país luego de semanas de cierto control de le epidemia, en La Habana, hogar de dos millones de personas y que tuvo un complicado rebrote en agosto, todavía habrá limitaciones.

Las autoridades pidieron además a los ciudadanos que apoyen el esfuerzo estatal mediante el autocuidado para evitar la transmisión del virus.

Con máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus, los niños juegan béisbol en La Habana Vieja, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (Foto AP / Ramón Espinosa)
Con máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus, los niños juegan béisbol en La Habana Vieja, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (Foto AP / Ramón Espinosa)

“Es muy difícil estar en casa, esperamos que todos seamos conscientes porque ahora depende de todos nosotros”, dijo a The Assciated Press, María Isabel Batista, una artesana de 58 años.

Desde marzo, cuando se detectaron los primeros casos de COVID-19, la isla se encuentra cerrada al turismo, el sector más dinámico del país y con ingresos anuales cercanos a los 3.000 millones de dólares y una cifra similar para los emprendedores privados que operan casas de alojamiento, restaurantes o tiendas.

Todos los sectores se vieron afectados, desde los agricultores, pasando por el transporte y los servicios, al igual que las remesas que envían a la isla los cubanos que viven en el exterior.

Los trabajadores independientes del Estado, actores económicos emergentes y aún vulnerables, estuvieron entre los más afectados. El ministro Gil Fernández indicó que 250.000 emprendedores —de los 600-000 existentes— debieron suspender sus licencias y 150.000 trabajadores estatales interrumpieron sus actividades.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la caída del Producto Interno Bruto de Cuba superará el 8% este año.

Con máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus Angélica Victoria, centro izquierda, y Thalia Oneida, esperan a sus padres sentados en una silla en La Habana, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (Foto AP / Ramón Espinosa)
Con máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus Angélica Victoria, centro izquierda, y Thalia Oneida, esperan a sus padres sentados en una silla en La Habana, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (Foto AP / Ramón Espinosa)

“Hoy estamos en un momento en que el nivel de las altas supera los casos diarios (de COVID-19), en que La Habana ha venido a estar más controlada... y hay un grupo de provincias que han vivido varios meses sin reportar casos”, expresó el mandatario Miguel Díaz-Canel la semana pasada al dar a conocer la nueva estrategia para enfrentar al coronavirus.

La atención primaria -el rápido diagnóstico de los casos, el aislamiento y la pesquisa casa por casa por parte de médicos y enfermeros- fue una de las bases para lograr un relativo control de los contagios y una baja mortalidad.

El lunes el Ministerio de Salud informó que se habían detectado 22 nuevos casos para un acumulado desde marzo de casi 6.000 contagiados de los cuales 123 fallecieron.

Con una máscara como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus, los niños juegan en un automóvil estadounidense clásico estacionado en La Habana Vieja, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramon Espinosa)
Con una máscara como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus, los niños juegan en un automóvil estadounidense clásico estacionado en La Habana Vieja, Cuba, el lunes 12 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramon Espinosa)

Aunque conscientes de las necesidades económicas que enfrenta la isla, las colas y el desabasto no todos estuvieron de acuerdo ante el temor de que se produzca un nuevo rebrote.

“No estoy contenta porque yo tengo niños” dijo Edilia Delgado, una trabajadora estatal de 35 años y quien se siente preocupada porque sus hijos deberán volver a la escuela.

El 15 de octubre abrirá para los turistas internacionales el balneario de Varadero, que se sumará a los hoteles en los cayos abiertos en julio y se espera que para el 2 de noviembre se retomen las clases presenciales en La Habana, aunque en el resto de las provincias los niños están en la escuela desde septiembre.

Personas que usan máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus caminan en la playa en La Habana, Cuba, el domingo 11 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramón Espinosa)
Personas que usan máscaras como precaución contra la propagación del nuevo coronavirus caminan en la playa en La Habana, Cuba, el domingo 11 de octubre de 2020. (AP Foto/Ramón Espinosa)

A los turistas se les realizarán testeos obligatorios y un monitoreo epidemiológico mientras estén en la isla.

Paralelamente, el ministro Gil Fernández informó que se trabaja en un plan de impulso a la economía que incluye desde el fomento a los agricultores —quitándole trabas a su producción—, pasando por el estímulo a la exportación hasta la flexibilización del trabajo por cuenta propia —los pequeños empresarios privados—.

En este sentido informó que “antes de fin de año” se dará a conocer una normativa que ampliará las posibilidades de acción del sector privado, emergente, pequeño y todavía muy estigmatizado en Cuba.

(Por ANDREA RODRÍGUEZ Associated Press)

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