Un local de una famosa cadena brasileña de tiendas por departamento acabó clausurado el mismo día de su inauguración, al causar una gran aglomeración sin hacer respetar las normas de prevención contra los contagios de coronavirus.
Las impactantes imágenes se registraron este sábado en Belén, capital del estado de Pará (región norte del país), donde la cadena Havan inauguró su local número 150. La ciudad está combatiendo la pandemia a tal punto que se canceló la procesión del Cirio de Nazaret, la principal fiesta religiosa de la ciudad, que estaba programada para este domingo. Pero la multitud igual se hizo presente en la entrada del comercio.
El propietario de la cadena, Luciano Hang, un acérrimo defensor de Jair Bolsonaro, estuvo en el local y se mostró en sus redes sociales abrazando a un grupo de empleados, sin usar mascarillas, e interactuó con clientes. Además, bailó danzas típicas, en un local de unos 7.000 metros cuadrados que cumple con el sello clásico de la cadena: una estatua de la libertad frente al negocio.
Al menos cientos de clientes se amontonaron a las puertas del local. Si bien la mayoría tenía mascarillas (de uso obligatorio según las autoridades locales), no había ningún tipo de distancia entre las personas, multiplicando el riesgo de contagio. Belén tiene registrados 38 mil casos de Covid-19 y 2.213 muertes hasta el sábado, una jornada en la que Brasil superó las 150 mil víctimas fatales de coronavirus.
Hacia la tarde, el lugar fue cerrado por la policía y el administrador local fue trasladado a la comisaría para que dé su descargo sobre el incumplimiento de las normas sanitarias. La Secretaría de Salud Pública estatal indicó que, si bien la fiscalización correspondía al Municipio de Belén, tomó cartas en el asunto luego de constatar con un equipo de Vigilancia Sanitaria la violación de restricciones.
En su descargo, el empresario Hang se disculpó con el gobernador: "No esperábamos recibir tanto afecto del pueblo de Pará. Tenemos procedimientos de salud en todos nuestros 150 almacenes megalíticos en todo Brasil, pero fue humanamente imposible ejecutarlos”.
150.000 muertos
Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia de la COVID-19, registró ayer otras 331 muertes y el total de fallecidos llegó a 150.023, según datos recopilados por un consorcio de medios de prensa con las autoridades de salud.
De acuerdo a ese mismo consorcio, creado por diversos medios de comunicación hace cuatro meses y que recoge en tiempo real los datos de las secretarías de Salud de los 27 estados del país, el número de casos confirmados llegó a 5.073.483.
Tras el primer caso el 26 de febrero y la primera muerte el 16 de marzo, el país vio subir los números hasta pasar por un plató de 1.000 muertes diarias durante casi dos meses, que comenzó a ceder en agosto (932) y en septiembre (752). Y en los primeros nueve días de octubre cayó a 630.
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