La Región de Magallanes, y su capital regional Punta Arenas, se ubica a 2.200 kilómetros al sur de Santiago, la capital chilena. Por estos días es noticia de preocupación y alarma sanitaria debido al explosivo incremento de contagios por Covid-19. Durante esta jornada ya se notificó de hecho cifras que superan los 10 mil casos totales. Investigaciones apuntan a la variación de una cepa distinta, derivada del Sars-Cov-2
En las últimas horas, los enfermos más críticos de la región debieron ser trasladados a Santiago por disposición de las autoridades sanitarias. El subsecretario de salud, Arturo Zúñiga, dijo que la situación es “preocupante” por el “altísimo nivel de contagio”.
Durante la madrugada de este jueves fueron dos casos, de 56 y 64 años, los que debieron transportar vía aérea hasta la capital, provenientes de Punta Arenas, la razón entregada por Zúñiga se debe a “la cantidad de pacientes que estamos ingresando diariamente, producto del altísimo nivel de contagios que se extiende ya por cuatro semanas, razón por la cual activamos la red integrada Covid en su máxima capacidad”, señaló.
Una medida que evidencia el colapso del sistema de salud que se ve disminuido por la demanda de las altas cifras que afectan a la zona. Un comportamiento que, comparativamente al resto del país, a juicio del doctor Sebastián Ugarte, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Indisa “es como si en la Región Metropolitana tuviéramos ocho mil casos al día. Es una contagiosidad sin precedentes. La verdad es que tenemos un brote que es de magnitud importante, donde además el virus que está circulando ha sufrido algunas mutaciones y eso se está tipificando. Hay más de una cepa que circula simultáneamente”, advierte.
Las razones esgrimidas por el profesional, han hecho que sea urgente averiguar cómo está actuando o cómo están actuando estas mutaciones. “La forma de reproducción del virus tiene ciertas enzimas que provocan un cambio en su estructura y por la forma en que se produce esto, en cada cierta forma de reproducción ocurrirá un cambio o mutación de la manera en que se transcribe este virus”. Respecto a las razones de porqué puede estar afectando específicamente a la región de Magallanes, el médico señala que “es una zona que tiene cierto grado de aislamiento y que a la vez ha tenido ciertas conductas que implican riesgo como permisos colectivos y mucha gente desplazándose”. Una especie de “tormenta perfecta” según el experto, del cual se aprovecha un virus peligroso por ser altamente contagioso.
En la zona, investigadores de la Universidad de Magallanes iniciaron una investigación urgente, que ya tiene sus primeros resultados. Lograron identificar que la cepa de los casos de los meses de mayo y junio eran diferentes a los que se presentaron en los meses siguientes. El foco de la noticia está en el hallazgo de diferencias encontradas en los estudios del virus durante el mes de julio, en los que se detectó una mayor presencia del Clado 20B o linaje del virus Sars-Cov-2 en la población.
Marcelo Navarrete, director del Centro de Asistencia Docente de Investigación de la Universidad de Magallanes, invita a ser cautelosos con los datos que arroja la investigación. Advierte que todos los antecedentes son entregados a las autoridades sanitarias. “Se trata de un estudio que está aún en desarrollo y, por lo tanto, con resultados preliminares que se comunicarán debidamente”, sostiene.
Desde Santiago, este jueves, el ministro de salud, Enrique Paris manifestó su preocupación. “Nos mantiene en alerta, especialmente, por lo que está pasando en la región de Magallanes”. Comentarios de las autoridades que son complementadas por la subsecretaria de salud, Paula Daza. “Si hay alguna mutación en el virus, si es un virus nuevo, si es el mismo virus, si esto fue una reintroducción; hay una serie de medidas que se están evaluando para ver qué es lo que está pasando”, declara.
Por último, el subsecretario de redes asistenciales, Arturo Zúñiga, hizo un llamado a la población a quedarse en casa lo más posible y cuidarse en extremo. Advirtiendo también su preocupación por el personal de salud de la zona, que ha evidenciado signos de agotamiento por la alta demanda de los pacientes que padecen coronavirus. “Llevan 8 meses trabajando largas jornadas, con más de un turno a la semana”, sostiene.