Mauricio Claver-Carone planea que su gestión como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “sea primordialmente para beneficio de los países pequeños”, entre ellos lo de Centroamérica y el Caribe, a los que pretende dar mayor representación en el liderazgo de la institución y dirigir financiación para sectores como la digitalización y las pymes.
“Quiero que esta presidencia sea primordialmente para beneficio de los pequeños países, que creo es donde podemos tener el impacto más grande sobre el desarrollo (...) particularmente durante estos tiempos de crisis de salud y financiera”, dijo Claver-Carone, un jurista estadounidense de 45 años que asumió las riendas del multilateral este 1 de octubre para los próximos 5 años.
Por ello, aseveró en una entrevista con EFE, “el equipo de liderazgo que vamos a juntar va a ser el más representativo de los pequeños países en la historia del BID”, y anunció que ya ha sido designado como vicepresidente de Finanzas interino del Banco el exministro de Hacienda de Honduras Marlon Tabora, a quien describió como “un técnico muy respetado”.
El BID, creado hace 61 años, tiene actualmente 48 países miembros, de los cuales 26 son prestatarios, estos últimos todos de América Latina y el Caribe.
El Banco dice en su página web que desde su Noveno Aumento General de Capital (IDB-9) ha buscado dedicar al menos el 35 % del volumen de todos sus préstamos anuales a países pequeños y vulnerables en la región. A ese grupo pertenecen Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay, de acuerdo con la información del organismo.
CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE: LIMITACIONES Y GRANDES RETOS
Claver-Carone, exasesor para las Américas y la cara visible en los últimos dos años de la política del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia Latinoamérica, señaló que cree que los países de Centroamérica y el Caribe “siempre tienen los retos más grandes” por su alta exposición a los desastres naturales, su poca diversificación económica y su gran dependencia del turismo y las remesas.
El capital humano existe en esta región, con hombres y mujeres con gran iniciativa empresarial, como el mismo Claver-Carone cuenta que encontró en su ciudad natal: “Yo soy de Miami y he visto toda mi vida personas de Centroamérica y el Caribe que van a Miami y son superemprendedores, crean sus pequeñas y medianas empresas y tienen éxito, son grandes comerciantes”.
Entonces, valoró el nuevo presidente del BID, lo que “simplemente necesitan las personas de Centroamérica y el Caribe son oportunidades en sus países, tener libertad de innovación, una burocracia ágil y, en esto sí podemos ayudar, el acceso a financiamiento”.
En ese contexto dijo que bajo su liderazgo la institución financiera dará prioridad al apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresa, para impactar en la creación de empleo y de riqueza nacional.
También a los proyectos que impulsen la digitalización de los países centroamericanos y caribeños, pues el desarrollo de este sector, ahora marcado por una conectividad de baja calidad y costosa, “es una de las maneras que tienen los pequeños países de entrar en el mercado global”.
CREAR LAS OPORTUNIDADES O FRACASAR
La falta de oportunidades y la violencia que abate especialmente al Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) impulsa a miles de centroamericanos a migrar cada año, en especial hacia EE.UU., un fenómeno que genera tensiones regionales y que la pandemia del nuevo coronavirus no ha frenado: esta semana miles de hondureños salieron en una caravana hacia el sueño americano.
Hay datos que indican que las personas migrantes del Triángulo Norte salen siempre de las mismas zonas, por ejemplo de las cafeteras de Honduras y Guatemala, y “hay como una correlación: si baja el precio del café empiezan a subir los números de las personas que buscan salir” hacia EE.UU., dijo Claver-Carone
“Tenemos la sofisticación hoy en día y la data para poder ser más quirúrgicos en cómo ayudar a esos países, crear oportunidad para las personas en las áreas más susceptibles a la migración (...) y francamente si no estamos enfocados, ante todo como una entidad de desarrollo en cómo ayudar, (...) si no lo hacemos con todo lo que sabemos, fracasamos”, aseveró.
Con información de EFE
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