La tensión está en aumento en Bolivia conforme se acercan las elecciones presidenciales del 18 de octubre. El candidato presidencial del MAS, Luis Arce, dijo el jueves que respetará los resultados de las elecciones, solo si los resultados son iguales a las encuestas recientemente conocidas, que le otorgan una ventaja ante sus contrincantes.
De acuerdo con Arce, Carlos Mesa, el candidato presidencial por Comunidad Ciudadana, difícilmente pueda ganar en las urnas en primera vuelta si no es con fraude.
“Mientras nosotros estemos a la cabeza y ganemos las elecciones como están en las encuestas que se están planteando ahí, en todo tipo, en todo sentido, ¡ah! y con la garantía de que organismos, fundaciones, que vengan de afuera a garantizar (respetaremos los resultados de las elecciones)”, sostuvo Arce en una entrevista con ATB Cochabamba.
En tanto, el dirigente cocalero ligado a Morales, Andrónico Rodríguez, junto con el dirigente minero Orlando Gutiérrez (MAS) advirtieron que el pueblo recuperará el poder en las calles, en caso de que se presenten irregularidades en las elecciones respecto a un fraude, reportó Erbol.
“Ni se les ocurra hacer alguna irregularidad, fraude o provocar convulsión. Estamos en cuarto intermedio a nivel nacional, hermanos y hermanas, cualquier momento, si provocan alguna irregularidad, levantamos el cuarto intermedio, el pueblo boliviano en las calles recuperará el poder”, manifestó Rodríguez en su discurso ante una concentración de jóvenes del MAS en Oruro.
En el mismo acto, el dirigente minero Orlando Gutiérrez dijo: “Que lo escuche la derecha de facto, al primer intento de hacer fraude con nuestro voto, Bolivia levanta el cuarto intermedio y vamos por el poder mis hermanos”, exclamó el ejecutivo de la Federación de Mineros.
Mientras tanto, el ministro de Gobierno del gobierno interino Arturo Murillo sostuvo reuniones con la OEA, con miembros del departamento de Estado de EEUU y en la Casa Blanca, en Washington, mientras que la canciller Karen Longaric se fue a Bruselas para solicitar ayuda a la Unión Europea.
Ambos advirtieron a la comunidad internacional que se están gestando episodios de violencia para después de las elecciones del 18 de octubre.
Tras enterarse de estas gestiones, Evo Morales arremetió desde Buenos Aires, donde tiene refugio después de haber renunciado a la presidencia de Bolivia, y pidió a la comunidad internacional “que esté atenta sobre los intentos del gobierno de facto de generar episodios de violencia para evitar que haya elecciones. A nuestros compatriotas, les pedimos no caer en ninguna provocación”.
De acuerdo con un artículo del diario local El Deber, Murillo reveló desde Washington que informes de Inteligencia advierten que dirigentes del MAS intentan convencer a jóvenes, principalmente, de que el Ejecutivo está preparando un fraude electoral y los llama a conseguir y comprar armas para levantarse el 18 de octubre en caso de que Luis Arce no alcance la victoria.
Por ese motivo, se reunió con autoridades de la OEA y miembros del Gobierno de Estados Unidos para buscar cooperación que “no implica traer soldados a Bolivia, pero servirá para defender la democracia”.
Por su parte y ante el Parlamento Europeo, en Bruselas, la canciller Karen Longaric alertó que la elección será un episodio crucial: “Es un momento crítico en la historia democrática de Bolivia y por eso requerimos el compromiso y la ayuda de la UE”.
Bolivia irá a las elecciones el 18 de octubre para elegir al nuevo presidente y vicepresidente y renovar la totalidad del Congreso bicameral (36 senadores y 120 diputados).
Los comicios reemplazan a los que fueron anulados en octubre de 2019, tras una convulsión social y denuncias de opositores de fraude en favor de Morales, ahora refugiado en Argentina.
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