Chile registró este viernes 2.222 nuevos casos de COVID-19, lo que eleva el balance total a 453.868 infectados desde marzo y supone la cifra más alta de nuevos contagios desde finales de julio, cuando la capital estaba en pleno confinamiento.
El aumento en los nuevos contagios se explica en parte por el elevado número de exámenes PCR realizados en las últimas horas, que alcanzó los 37.653 y que es casi el doble de los efectuados en los últimos días por la celebración de las Fiestas Patrias.
“La variación de nuevos casos confirmados a nivel nacional disminuye 10 % para los últimos siete días y 5 % para los últimos 14 días”, indicó el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
Las autoridades sanitarias informaron además de que solo 12.761 pacientes se encuentran en fase activa de la enfermedad y de que los fallecidos totales llegaron a los 12.527, tras registrarse 58 nuevos muertos en las últimas 24 horas.
La tasa de positividad, por su parte, bajó hasta el 6,2 %, considerablemente inferior al máximo de los últimos meses registrado el miércoles (8,8 %).
Con casi 19 millones de habitantes y con la tasa de testeo más alta de Latinoamérica por millón de habitantes, el país es el duodécimo del mundo con más contagios, según la estadounidense Universidad Johns Hopkins.
La pandemia parece remitir en el centro del país, pero sigue preocupando la situación en el norte y en el sur, especialmente en la región de Magallanes, donde la cantidad actual de pacientes infectados es mayor que en el primer brote y se ha retrocedido en el plan de desconfinamiento y apertura de la economía implementado en julio.
El plan, de cinco etapas, avanza por el contrario en la capital, durante meses el foco de la pandemia y donde el próximo lunes el 97 % de sus siete millones de habitantes tendrán todos los días libertad de movimiento hasta el toque de queda nocturno.
La semana que viene empezarán a funcionar también los permisos para viajes entre regiones desconfinadas que se encuentren en la misma etapa epidemiológica, algo prohibido desde marzo.
Chile se encuentra con toque de queda nocturno y bajo estado de excepción por catástrofe hasta mediados de diciembre y mantiene aún las escuelas y las fronteras cerradas, aunque el Gobierno está evaluando la posibilidad de abrirlas a turistas de ciertos países.
(Con información de EFE)
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