A seis meses de la llegada de la pandemia al país, Paraguay vive sus peores horas en su lucha contra el coronavirus. El promedio crece y se acerca a casi una persona por hora en lo que va de septiembre. Los casos se dispararon y también los cuadros más graves.
De acuerdo a lo que consignó el periódico local Última Hora, las camas de terapia intensiva están casi al límite en los centros de referencia, como el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) y el Hospital Nacional de Itauguá.
Según datos recogidos por el diario citado, desde el 1 al 7 de septiembre se registraron 123 muertes de pacientes con cuadros graves de la enfermedad: prácticamente una víctima fatal cada 60 minutos.
El presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, José Fusillo, sostuvo que cada vez los números son más duros, que se superan las 15 muertes diarias proyectadas y la cantidad de positivos por testeos, que son más del 50%.
Otro dato alarmante es que hay una ocupación de prácticamente el 100% de los respiradores que fueron habilitados para la atención de pacientes críticos. “Nosotros no tenemos prácticamente un respirador libre en el sistema público, es decir, si llegase una persona que necesita un respirador hoy no vamos a poder sostener. La ocupación está al 100% en los hospitales”, agregó.
Respecto a los pacientes de gravedad moderada y los que requieran oxigenación, el profesional aclaró que para esos casos sí se tienen camas disponibles.
En línea con su colega, la doctora Yolanda González, directora del Hospital Nacional de Itauguá, afirmó que están “casi al tope” de llegar al 100% de ocupación de camas de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
Cuarentenas diferenciadas
Como la expansión del SARS-CoV-2 se produce de forma diferente en el país, el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, emitió el sábado pasado tres decretos que extienden la vigencia de las restricciones sanitarias según el nivel de impacto en las áreas afectadas.
Así, la Fase 4, que moviliza gran parte de las actividades con una aglomeración aún limitada de personas, fue extendida en todo el territorio hasta el 20 de setiembre salvo en Asunción, Alto Paraná, Central y algunos puntos de la región del Chaco.
La capital del país y el conurbano capitalino (Central) y Alto Paraná, departamento fronterizo con Brasil, se encuentran en el foco de la pandemia con sus centros hospitalarios “muy exigidos”, según el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.
Por ello, Asunción y Central se mantienen en la Fase 3, que debía finalizar el domingo pasado, hasta el 20 de setiembre, con restricciones nocturnas de circulación y veda de alcohol.
Las mismas prohibiciones entran en vigor en Alto Paraná, en cuya capital, Ciudad del Este, marcharon este sábado al menos un millar de personas para exigir al reapertura del Puente de la Amistad, que conecta con la brasileña Foz do Iguazu.
Las asociaciones de comercio de esa ciudad, segunda urbe y polo comercial del país, exigen la reactivación comercial de la región ante el grave daño económico causado por seis meses de cierre fronterizo con Brasil.
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