Una ballena jorobada que estuvo varias horas encallada en la isla Puná, de la localidad de Guayaquil, en el litoral ecuatoriano, pudo ser rescatada y devuelta al mar gracias a la cooperación de varias instituciones.
Las labores de rescate fueron un trabajo conjunto del Municipio de Guayaquil, el Ministerio del Ambiente y Agua, además de actores sociales y privados, indicó el Ayuntamiento guayaquileño en un comunicado. El hecho ocurrió el pasado viernes.
En un video difundido por el Municipio en redes sociales se puede ver cómo varios operarios tratan de empujar de vuelta al mar al cetáceo, que aparece amarrado por unas cuerdas y con parte de su cuerpo cubierto por una lona blanca.
La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, que había advertido del suceso en sus perfiles oficiales, manifestó a última hora de la tarde del viernes que “gracias a la ayuda de todos, desde el equipo del municipio de Guayaquil y nuestra Dirección de Ambiente, en cooperación con el Ministerio de Ambiente, Comuneros, Marina y Nirsa logramos salvar al mamífero varado”.
“¡Hoy es un día estupendo y estos logros hacen recobrar la fe en la humanidad, gracias a todos!”, dijo en redes la funcionaria.
El Municipio explicó que tras la aplicación de varias estrategias y tras dos horas de trabajo, los distintos actores involucrados en el rescate pudieron devolver a la ballena jorobada al mar.
En el operativo participó la empresa Guayatuna, que contribuyó con redes de pesca y un cabo para poder crear una especie de cama y remolcar a la ballena, “que debido a su peso era impulsada por la embarcación”.
En total, 37 personas intervinieron en las labores de remolque del cetáceo, en las que se contó con la coordinación y participación de biólogos municipales y del Ministerio de Ambiente.
Desde que se dio la voz de alerta, transcurrieron siete horas hasta que la jorobada retornara al océano Pacífico.
De acuerdo con la información obtenida por las autoridades, el especímen transitaba por la isla y debido a la marea se vio arrastrada a la orilla.
“La operación de rescate del cetáceo, duró dos horas y se inició desde las 15:00 para esperar que suba la marea. La empresa Guayatuna contribuyó con redes de pesca y un cabo para crear una especie de cama y remolcar a la ballena, que debido a su peso era impulsada por la embarcación. En este escenario, la coordinación y participación de biólogos municipales y del Ministerio de Ambiente, más el apoyo de los comuneros, fue esencial para realizar un canal de agua, de manera manual, a fin de abrir un camino entre el mar y la superficie de arena, para que la ballena sea reinsertada al mar nuevamente”, detalló la Alcaldía de Guayaquil en un comunicado.
Residentes de la isla Puná participaron en el rescate propiciando manualmente la hidratación de la ballena con cubos de agua del mar. También la cubrieron con mantas ya que la posición del cetáceo al estar boca arriba exigía un cuidado extremo para mantenerla con vida.
Este suceso se produce tres días después de que una cría de ballena jorobada apareciera muerta en una playa del cantón Muisne, en el sur de la provincia de Esmeraldas.
La ballena jorobada recorre esta parte del Pacífico hasta esta época. Cada año viajan más de siete mil kilómetros desde la Antártida hasta las zonas de apareamiento y alumbramiento de crías, frente a las costas de Ecuador.
Con información de EFE
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