Julio Mora de vez en cuando le roba un beso a su esposa Waldramina Quinteros, lo cual podría parecer ordinario si no fuera porque él tiene 110 años y ella 104. Ambos ecuatorianos están lúcidos y tienen buena salud, pero se sienten un poco tristes porque extrañan reunirse con su familia, lo que ahora no es posible por la pandemia de coronavirus.
Los dos son profesores jubilados y viven en el centro norte de Quito, donde a mediados de agosto recibieron la certificación por parte de los Récords Guinness de ser la pareja de casados más longeva del mundo con una edad combinada de 215 años (con los meses y días incluidos).
Su hija, Cecilia, aseguró que a inicios de año uno de los nietos, Andrés Paredes, sugirió que sus abuelos podrían estar entre las parejas más longevas, tras lo cual ella envió todos los documentos que le solicitaban hasta recibir la certificación.
Cecilia afirmó que sus padres están activos, aunque ya no tienen la agilidad de antes, pero “desde hace un mes se les nota diferentes, más decaídos porque extrañan las grandes reuniones familiares con hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Desde marzo no hemos tenido nada de eso, a mis padres les hace falta el contacto familiar”.
Aseguró que su papá disfruta ver la televisión y tomar leche mientras que a su madre le gustan los postres y leer el periódico cada mañana.
“Hace un mes que mi papá come muy poco, está triste, tenemos que licuar su comida para que se alimente, mi mamá sigue con buen apetito”, comentó al tiempo de añadir que la fórmula para un matrimonio tan largo es “la disciplina, la comprensión, madurez y mucho amor”.
Mora nació el 10 de marzo de 1910, Quinteros el 16 de octubre de 1915.
Waldramina visitaba a su hermana, que vivía en el mismo edificio que Julio César, quien a su vez era primo del esposo de la hermana de la hoy centenaria .Y lo que sucedió fue amor a primera vista.” Cuando Julio César me conoció, dice que al verme, yo había llegado con mi padre, estaba mirando a escondidas y que se prometió que yo sería la esposa de él”, contó Waldramina.
Julio César conquistó Waldramina gracias a sus dotes literarias que le llevaron a escribirle poesías, además de ser poseedor de un espíritu cariñoso que conmovieron a la joven. Ella robó el corazón del que sería su futuro esposo gracias al amor que mostraba en cada una de sus acciones, su carácter firme y singular belleza.
Tras siete años de noviazgo la pareja selló su amor casándose el 7 de febrero de 1941 en la “Iglesia El Belén”, la más antigua de Quito, de manera secreta, pues las familias de la pareja se oponían a su relación. Son padres de cinco hijos, uno de ellos fallecido, y tienen 11 nietos, 21 bisnietos y nueve tataranietos.
Waldramina cree que su secreto ha sido la paciencia y el respeto. “Él me estimó bastante y cualquier situación que hubiera en pocas horas la arreglaba, explicándonos el porqué había sucedido y luego todo ya está bien”, menciona con la mirada perdida como quien rebusca entre sus efímeros recuerdos.
La centenaria comenta que a su esposo enseñaba a bailar a sus hijos porque le encantaba, “bailaba muy bonito”, aduce, mientras ella observaba, pues se define como más severa. ”No concebía la mentira, sino siempre la verdad y es ese camino es el que quiero que mis hijos cumplan, asimismo ayudar a toda persona que lo necesite”, aclara Waldramina.
Una de sus hijas, Cecilia relató a Guiness que las actividades que más disfrutan hacer juntos sus progenitores son ir al teatro, al cine y reunirse con sus allegados y parientes más cercanos. Otra de sus aficiones es sembrar y cultivar plantas para compartir la cosecha con la familia y amigos.
Para ser reconocido como el matrimonio más longevo del mundo, estos ecuatorianos superaron a los estadounidenses Charlotte Henderson y John Henderson quienes suman una edad combinada de 212 años y 52 días.
Guinness dijo en su sitio oficial que esta pareja es un recordatorio para “heredar a nuestras generaciones, el ejemplo de ser dignos para seguir adelante”.
(Con información de AP y EFE)
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