“Es super injusto que no se condene a una persona que te tocó el pecho y no reciba ninguna sanción. Sus palabras me dan ganar de vomitar porque miente”. En esos términos y visiblemente afectada tras conocer el fallo de la Justicia paraguaya, Alexandra Torres se refirió al caso que tuvo en el centro de la escena al sacerdote Silvestre Olmedo, acusado de manosearla.
Los jueces Leticia De Gásperi, Dina Marchuk y Hugo Segovia, de la localidad de San Lorenzo, absolvieron a Olmedo en el cierre del juicio oral que concluyó este lunes. Gran parte de la opinión pública paraguaya habla por estas horas del hecho que causó indignación, sobre todo porque el párroco había reconocido anteriormente las acusaciones que en esta oportunidad negó.
“¿Cuánto manoseo es acoso?”, fueron las cuatro palabras entre signos de interrogación que se proyectaron anoche en el frente de la Catedral de Asunción, en protesta por el fallo.
Los magistrados argumentaron que era necesario que se configure una relación de jerarquía entre el acosador y la víctima, y que en este caso eso no se daba.
De acuerdo a lo que publicó el periódico La Nación de Paraguay, el hecho fue denunciado en 2016 y la joven había declarado que el religioso la acosó tocando sus senos, sin su consentimiento.
Por su parte, la abogada querellante Sonia Von Leppel cuestionó la resolución de la Justicia, dado que el propio acusado reconoció el delito en su momento. También se mostró indignada porque los jueces hayan argumentado que no hubo una reiteración del hostigamiento, por lo cual, según ellos, no hubo acoso.
“Es indignante que una propia mujer espere una violación sexual, o diga que deben tocarte más de una vez para que se considere un acoso”, expresó Von Leppel, haciendo referencia explícita a las juezas Leticia De Gásperi y Dina Marchuk.
La víctima lamentó la decisión que tomó el tribunal y dijo que el sacerdote mintió en el marco del juicio. “Fueron cuatro años de lucha, pero no me arrepiento de nada”, concluyó apenada.
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