La oficina de Naciones Unidas en Bolivia ha instado este lunes al Gobierno del país andino a reconsiderar su decisión de dar por terminado el año académico a causa de la pandemia, al tiempo que le ha pedido “extremar los esfuerzos” para garantizar la continuidad de la educación en igualdad de condiciones.
Además, ha hecho públicos los resultados de una encuesta realizada en los últimos días a través de la plataforma U-Report de UNICEF, que muestra que el 62 por ciento de los encuestados “no está de acuerdo” con la medida de clausurar el año escolar.
En un comunicado, la ONU ha recordado que “la educación es un derecho fundamental” y que, pese a las condiciones derivadas de la pandemia de coronavirus, “es necesario actuar con urgencia para asegurar” que los niños “tengan acceso a la educación y continúen aprendiendo de manera inclusiva y sin ninguna forma de discriminación”.
En este sentido, han reconocido que los desafíos derivados de la COVID-19 “son innegables”, pero ha puesto el foco en “ver y aprender” de otros países de América Latina, como México, Perú, Chile, Colombia y Ecuador, que “están haciendo esfuerzos para que la educación continúe por métodos alternativos a los presenciales”.
Asimismo, Naciones Unidas ha señalado que “el esfuerzo para modernizar el sistema educativo en Bolivia” es un “paso fundamental hacia el desarrollo del país”, pero ha lamentado que es un proceso que “requiere tiempo y, sobre todo, recursos”.
Así, ha puesto el foco en que puede garantizarse la continuidad educativa con otras herramientas, no necesariamente con la educación vía internet, y ha mencionado las plataformas de educación a distancia o los medios de comunicación, como radio o televisión.
“La interrupción prolongada del proceso educativo tendría serias consecuencias”, ha advertido Naciones Unidas, que ha lamentado que los estudiantes “corren el riesgo de retrasar su aprendizaje y, quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, tal vez ya no puedan volver a clases”.
“Es importante dar continuidad al aprendizaje desde casa, pese a las dificultades que esto representa, disminuyendo así el riesgo de que niños estén expuestos a la violencia en los hogares, trabajo infantil y otro tipo de abusos”, ha remarcado.
“Además, es fundamental que las y los docentes mantengan contacto regular con sus estudiantes para favorecer la cohesión social, el apoyo socio-emocional y afianzar el sentido de pertenencia a la comunidad y sus familias. Las y los educadores del país pueden hacer la gran diferencia en la resiliencia de las familias frente a esta emergencia”, ha agregado.
El país andino ha superado ya los 80.000 casos de coronavirus, incluidos más de 3.200 fallecidos a causa de la enfermedad.
Con información de Europa Press
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