Richard Martínez se despertó este sábado bien temprano, a las 5 am, para salir a correr por Quito. Hoy “festejaría” recorriendo 12 kilómetros de la ciudad. Durmió apenas un par de horas después de conocer la noticia de que había obtenido un triunfo en la Corte del Distrito Sur de Nueva York. La deuda cuya reestructuración diseñó él, había dado un paso fundamental dejando el arreglo con los acreedores al borde del acuerdo definitivo.
La jueza Valerie Caproni, en Manhattan, negó el viernes la moción de dos firmas de inversión que se habían opuesto al plan de canje de deuda ecuatoriano. Consultado por Infobae sobre las repercusiones que había tenido la novedad desde Nueva York, Martínez respondió que la recibió con “con mucha alegría porque estaba mucho en juego para el futuro del Ecuador. Primó la justicia y eso es bueno para todos. Un bloqueo del proceso habría sido muy negativo”.
“En términos prácticos significa que podemos seguir con el proceso como estaba planificado para que los inversionistas puedan votar. Diría que es un gran paso porque hay una señal contundente de respeto a la legalidad. Aún falta el cierre de la votación”, narró el ministro ecuatoriano.
El 29 de julio pasado las firmas Contrarian Capital Management y GMO -acreedores minoritarios de deuda- presentaron una demanda conjunta contra Ecuador, lo que fue tomado por el gobierno del presidente Lenín Moreno como un intento de boicotear el proceso de reestructuración que ya habían aceptado gigantes del sector como BlackRock.
Esos dos fondos de inversión litigantes que ayer perdieron en la corte de Nueva York representan alrededor del 3% de los 17.375 millones de dólares de deuda que el gobierno de Moreno busca reestructurar. Ecuador ya cuenta con el 53% de aprobación de los acreedores. Para que la renegociación se concrete se requiere el 66% de apoyo.
“Ecuador continuará buscando el respaldo mayoritario a la propuesta del país que, como se ha dicho, tiene como objetivo aliviar el flujo necesario para enfocarnos en la reactivación económica y en la protección a los más vulnerables”, señaló un comunicado emitido a última hora del viernes por parte de Martínez.
Hace una semana, en una entrevista con Infobae, el ministro de Moreno ya había hecho una referencia cauta a las demandas de aquellos grupos. Sin embargo, confiaba en la oferta ecuatoriana. “La propuesta de reestructuración tiene un apoyo importante del 53% y que es del grupo más grande de inversionistas. Ese número creció del 45% al 53% en cerca de dos semanas”. Por entonces, Martínez consideraba que los que se oponían a su plan era un grupo “minoritario” que buscaba “maximizar sus aspiraciones”. Finalmente, la corte neoyorquina le dio la razón a su gobierno.
El acuerdo tiene varios componentes, entre los que se destacan la tasa de interés, el período de gracia, el recorte nominal, la liberación de flujo y el plazo. En cuanto a las tasas de interés, los papeles de las series ecuatorianas están en un promedio de 9,2%. Sin embargo, con el acuerdo ese interés porcentual pasará a 5,3%, en promedio.
En cuanto al flujo y período de gracia, el alivio se reflejaría en los próximos 10 años por cerca de 16.500 millones de dólares. El año, próximo, de cerrarse favorablemente la votación, el pago sería de tan solo 79 millones de dólares. En cuanto al capital la reducción es de cerca un 9 por ciento. Pasa de 17.300 a 15.800 millones de dólares. Y el plazo también se extendería de 6 a casi 13 años años en promedio.
Para el gobierno ecuatoriano fueron fundamentales los apoyos internacionales que recibió su administración a lo largo de la dura negociación con los acreedores. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y hasta las Naciones Unidas respaldaron el proceso ratificado este viernes por la justicia norteamericana, algo clave en el último tramo de los duros intercambios con los fondos.
Ecuador no es el único país que está en un proceso similar. La Argentina se encuentra en una situación similar, pero con las empresas financieras más grande que aún no terminan de aceptar la oferta del gobierno de Alberto Fernández, cuya estrategia conduce el ministro de Economía Martín Guzmán.
El cierre definitivo para que la nación latinoamericana pueda celebrar será dentro de un puñado de horas. “Están votando. Es un proceso. Se cierra el lunes 3 de agosto, es decir, pasado mañana”, intentó mostrarse cauto Martínez, quien reveló que el tema lo tiene tan ocupado que hace “varios días” que no duerme. En su interior, al ser un corredor de resistencia -participó de los 42 kilómetros de la Patagonia argentina, en San Martín de los Andes en 2017-, parecería estar acostumbrado a ser paciente. Pese a eso, la ansiedad se puede entrever. “Me voy a correr para distraer la mente”, agrega y termina la conversación. Quiere que ya sea lunes.
Twitter: @TotiPI
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