El Gobierno de Brasil permitirá la entrada de extranjeros al país por vía aérea durante el estado de emergencia en que se encuentra por la pandemia del coronavirus, siempre y cuando presenten un seguro de salud y demuestren que no están contagiados de COVID-19.
No obstante, el Ejecutivo prorrogó por 30 días más la restricción para los foráneos que deseen ingresar al gigante sudamericano por vías terrestres o acuáticas, según una resolución publicada este miércoles en una edición extraordinaria del Diario Oficial.
De acuerdo con la medida, los extranjeros que deseen ingresar a Brasil solo podrán hacerlo por los aeropuertos de Guarulhos y Viracopos, en San Pablo, Galeão, en Río de Janeiro y Juscelino Kubitschek, en Brasilia.
Además, tendrán que presentar a su llegada un seguro de salud y demostrar que no están infectados con la COVID-19.
Según la resolución, los vuelos internacionales que tengan como puertos de llegada destinos en los estados de Mato Grosso do Sul, Paraíba, Rondonia, Río Grande do Sul y Tocantins, están prohibidos durante los próximos 30 días, aunque la situación podrá “ser revisada en cualquier momento” por las autoridades auronáuticas.
Similar a otras ya vigentes en los países vecinos de Brasil, la resolución permite el flujo normal del transporte de carga, aunque libera el ingreso de extranjeros por vía terrestre o acuática procedentes de Venezuela.
Las restricciones, que están en vigor en Brasil desde finales de marzo, no se aplicarán a migrantes residentes en el país, profesionales extranjeros en misión diplomática, humanitaria o de un organismo internacional, pasajeros cuyo destino final sea otra nación, ni a extranjeros que tengan cónyuge o hijo brasileño.
Tampoco afectará a los foráneos que ingresen a Brasil por vía aérea con la intención de residir por “un tiempo determinado” y que posean un visado para estudiar, realizar actividades artísticas o deportivas, trabajar, invertir o para una reunión familiar, según el texto.
La medida divulgada este miércoles renueva la publicada a comienzos de julio, que tenía una validez de 30 días y que restringía la entrada por vía aérea y terrestre de extranjeros de cualquier nacionalidad.
El Gobierno brasileño adoptó medidas de restricción desde marzo en un intento por contener la creciente pandemia en Brasil, el segundo país del mundo más afectado por el COVID-19 que ya deja más de 90.000 víctimas mortales y 2,5 millones de infectados.
(Con información de EFE)
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