La Alcaldía de Río de Janeiro anunció este sábado que ha decidido cancelar la tradicional fiesta que se celebra cada fin de año en la playa de Copacabana, pues prevé que para entonces aún no habrá una vacuna para el coronavirus.
Reveillon ”no es viable en este escenario de pandemia, sin la existencia de una vacuna”, explicó la Alcaldía sobre la decisión de suspender este año una fiesta multitudinaria y tradicional, que llega a congregar a cerca de 3 millones de personas frente al mar en Copacabana.
Como alternativa, la Alcaldía estudiará la posibilidad de que se celebre una fiesta “virtual, sin la presencia directa de público”, y que el tradicional lanzamiento de fuegos artificiales sea realizado de todos modos y transmitido por televisión y plataformas digitales.
“No hay grandes motivos para celebrar, con más de 80.000 muertos” por coronavirus en Brasil, dijo a la AFP un responsable de la alcaldía. Entonces la idea es dar a esas celebraciones “una perspectiva de esperanza”, agregó.
La fiesta de fin de año en las playas de Copacabana comenzó a fines de la década de 1960, en principio celebrada por seguidores de las religiones afrobrasileñas, y con el tiempo se convirtió en el más multitudinario festejo de cada 31 de diciembre en Brasil.
También es desde hace décadas una enorme fuente de ingresos para la economía de Río de Janeiro, que cada fin de año recibe millones de turistas para esa fiesta, ahora cancelada en este 2020 por la pandemia de coronavirus.
El Carnaval, otro de los grandes eventos de Río de Janeiro, está también en el limbo, pues las principales escuelas de samba ya han anunciado que no desfilarán en caso de que no exista una vacuna para la COVID-19 para febrero próximo, lo cual la comunidad científica no está en condiciones de garantizar.
Brasil es el segundo país más afectado en el mundo por la pandemia, sólo por detrás de Estados Unidos, y hasta ahora, según el último boletín oficial, supera las 85.200 muertes y acumula más de 2,3 millones de casos confirmados.
Río de Janeiro, un cóctel explosivo de problemas económicos y sociales, es el segundo estado con más muertos por coronavirus de Brasil (después de Sao Paulo), y con una incidencia de óbitos muy superior a la media nacional.
De los 85.238 decesos registrados hasta el viernes en este país de 212 millones de habitantes, 12.654 ocurrieron en Río de Janeiro y casi 8.000 tan solo en la región metropolitana de la capital del estado, según datos oficiales.
La media nacional es de 406 fallecimientos por millón de habitantes, pero en el estado de Río llega a 733 por millón, y su región metropolitana trepa a las muertes 860 por millón.
El alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, anunció el viernes que aplazó el carnaval de 2021, uno de los más importantes de Brasil, debido a la pandemia de coronavirus.
Sao Paulo también anunció la cancelación de las fiestas de fin de año, así como el desfile LGBTQ+, uno de las más famosos del mundo, y aplazó de julio a noviembre la Marcha para Jesús, una marcha religiosa que concentra a unas tres millones de personas.
Con información de AFP y EFE
MÁS SOBRE ESTE TEMA: