El helicóptero se estrelló el lunes a la tarde en el kilómetro 11 de la ruta Estrada do Verava, en Ibiúna, en el interior del estado de San Pablo. Al arribar al lugar, la Guardia Civil Metropolitana (GCM) de Ibiúna no encontró a ninguna persona en su interior ni en los alrededores. Lo que halló fue un cargamento de 230 paquetes de pasta base de cocaína, por un peso total de 300 kilos, informó la Policía Militar de San Pablo.
“Recibimos la información de que en la aeronave había un piloto, que iba vestido con ropa de camuflaje, y otro ocupante. Estamos buscando a ambos y reuniendo información”, dijo Marcelo Godinho, comandante de la Policía Federal de Sorocaba, consultado por el portal G1.
Algunos moradores de esta región rural, ubicada a unos 80 kilómetros de la ciudad de San Pablo, vieron caer al helicóptero. Los testigos informaron a la GCM que vieron al piloto salir con cortes en la cabeza y lavarse con una botella de agua embotellada en Paraguay.
Algunos dijeron que les pidió ayuda para sacar la droga, pero al darse cuenta de que era inminente la llegada de la Policía, cambió de opinión. Se escondió en el bosque para no ser arrestado y luego huyó. El hombre y su presunto acompañante están siendo intensamente buscados.
“La gente pudo verlos y por solo dos minutos no los atrapamos. (Los agentes) se metieron en un denso arbusto y conseguimos localizar el helicóptero con las drogas. No había sangre en su interior”, contó Godinho.
En el lugar se encontró que el plástico usado para empacar la droga es de una compañía en Bolivia, así que la principal hipótesis de los investigadores es que el cargamento provenía de ese país vecino a Brasil. El helicóptero, identificado con las siglas PR-GKK, está inscripto como una aeronave destinada para el servicio aéreo privado, pero con operación denegada como taxi aéreo, de acuerdo con el Registro Aeronáutico Brasileño. De todos modos, figuraba en condiciones técnicas regulares.
Producción en alza
El cultivo de hoja de coca, así como la producción y las incautaciones mundiales de cocaína, se encuentran en máximos históricos, según datos presentados en el último Informe Mundial sobre Drogas de la ONU. “El cultivo continúa en sus niveles históricos más altos”, señala el documento de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), cuya publicación tuvo lugar el mes pasado en la ciudad austríaca de Viena.
El informe recoge una ligera bajada de la extensión de cultivo de coca en Bolivia, que pasa de 24.500 hectáreas en 2017 a 23.100 en 2018, mientras que en Colombia se pasan de las 171.000 hectáreas en 2017 a las 169.000 en 2018. De Perú no hay datos de 2018, pero la ONUDD estima que en toda América del Sur el cultivo ese año ascendió a unas 244.200 hectáreas, apenas un 0,5 % menos que el año anterior.
En América del Sur hay 2,8 millones de consumidores de cocaína y el mayor mercado regional es Brasil. La ONU también apunta a un cambio en las rutas del narcotráfico desde América del Sur, con menores salidas desde Venezuela, mientras que Brasil se mantiene, y se subraya la creciente importancia de Uruguay como punto de partida de la droga.
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