Brasil registró un nuevo récord diario de casos de coronavirus, al reportar 67.860 infectados en las últimas 24 horas. De acuerdo al balance del ministerio de Salud, hubo 1.284 nuevos decesos.
Con estas cifras, el total de contagiados llegó a los 2.227.514 y el de muertos a 82.771.
El récord anterior había sido el 19 de junio, con 54.771 casos confirmados en una jornada. En aquella ocasión, la cartera justificó el aumento diciendo que había incluido en el sistema muchos casos acumulados en días previos.
El país sudamericano es el segundo más afectado por el coronavirus, detrás de Estados Unidos.
El viernes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la pandemia había alcanzado una “meseta” en Brasil, instando al país a aprovechar la oportunidad para controlar los contagios.
Los expertos estiman que esa cifra está muy infravalorada, debido a la falta de test en este país de 212 millones de habitantes.
El mismo día en que Brasil registró un nuevo récord de casos diarios, el presidente Jair Bolsonaro, quien este miércoles volvió a dar positivo de coronavirus, enfermedad que le aqueja desde el pasado 7 de julio, volvió a saludar a sus seguidores.
Pese al tercer positivo en igual número de exámenes realizados durante los últimos quince días, el mandatario volvió a conversar con algunos partidarios en los jardines de su residencia oficial, separado por un pequeño canal de agua de unos tres metros de ancho.
Bolsonaro no hizo alusión alguna a su salud ni al nuevo análisis, cuyo resultado reveló que aún padece el virus que en, en el inicio de la pandemia, llegó a calificar de “gripecita”.
Al igual que ha hecho diariamente desde el pasado sábado, asistió a la ceremonia en que cada tarde es arriada la bandera nacional y, una vez concluida, hasta bromeó con sus simpatizantes, que oraron por su recuperación “para que vuelva a desesperar a la izquierda”, como dijo uno de ellos.
Los médicos responsables por su tratamiento no han dicho cuándo volverá a ser examinado ni han hecho previsiones en relación a su posible alta, que dependerá del resultado de próximos análisis.
Desde que fue diagnosticado con coronavirus, Bolsonaro ha seguido despachando mediante videoconferencias desde su residencia oficial en Brasilia, en la que asegura que se mantiene aislado y sin tener contacto con sus familiares.
El combate contra la pandemia se vio comprometido principalmente por su politización. Bolsonaro lleva a cabo una intensa campaña, alegando razones económicas, contra las medidas de cuarentena impuestas por los gobernadores. La mayoría de los estados, en tanto, se hallan en un proceso de desconfinamiento juzgado prematuro por los expertos.
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