Ecuador selló el lunes de la semana pasada un acuerdo crucial con sus principales acreedores para renegociar las condiciones de pago de casi USD 17.400 millones en bonos con vencimientos hasta 2030. “Logramos un acuerdo con el grupo más importante de tenedores de bonos que permitirá reducir la deuda en USD 1.500 millones”, afirmó en ese entonces el presidente Lenín Moreno.
La renegociación también posibilitará bajar la tasa de interés anual de los pagos de 9,3 a 5,2%, ampliar el plazo por 10 más, y otorga un período de 5 años de gracia para el pago de capital. “¡Con esto liberaremos más de USD 16.000 millones (de dólares), en los próximos 10 años!”, exclamó el presidente a través de su cuenta de Twitter al proveer los detalles del acuerdo.
Ecuador tenía vencimientos por un total de USD 17.375 millones entre 2022 y 2030. Tras la negociación, logró reorganizar la deuda con grupos claves de bonistas que ahora pasarán a percibir USD 15.900 millones en un plazo de tiempo mayor: 3.800 millones vencen en 2030, 8.600 millones en 2035 y 3.500 millones en 2040. “Hemos logrado que los acreedores nos esperen hasta recuperarnos”, dijo el ministro de Economía, Richard Martínez.
El proceso de reestructuración continúa, ya que el Gobierno todavía necesita conseguir el apoyo de una mayor cantidad de acreedores para normalizar su situación financiera. El plazo vence el 15 de agosto, pero los analistas coinciden en que este entendimiento con el principal grupo de bonistas es un espaldarazo fundamental. Estas son algunas de las claves del acuerdo alcanzado:
1. Alivio del flujo de la deuda
Uno de los principales objetivos de la renegociación era reducir los flujos de pago, algo que tenía como objetivo liberar recursos en un momento crítico para el país y para el mundo, considerando la hecatombe económica causada por la pandemia de coronavirus. El monto total del alivio asciende a USD 16.452 millones durante los próximos 10 años, según un informe presentado días atrás por el Ministerio de Economía y Finanza.
De esta manera, el país evitará tener que hacer nuevos desembolsos este año, cuando originalmente debía enfrentar vencimientos por USD 1.361 millones. El año entrante apenas tendrá que pagar 79 millones de los USD 1.514 millones originalmente programados.
El acuerdo beneficiará también al próximo gobierno –en febrero de 2021 hay elecciones presidenciales–, ya que se ahorrará un flujo de USD 9.166 millones. Y quien asuma en 2025 se evitará abonar USD 5.739 millones.
2. Reducción del capital
Uno de los principios básicos que se buscan en toda renegociación de la deuda es obtener algún tipo de quita sobre el capital o los intereses adeudados. El acuerdo que acaba de alcanzar Ecuador con el principal grupo de acreedores le permite una importante reducción del primer ítem, que asciende a 1.540 millones de dólares: en vez del capital original, de USD 17.375 millones, pagará ahora USD 15.835 millones.
Tampoco se puede soslayar que la reducción se consiguió sin necesidad de crear instrumentos atados a la evolución del precio del petróleo o de las exportaciones, ni al crecimiento futuro de la economía, algo habitual para persuadir a los acreedores. El problema de ese tipo de cláusulas es que, en caso de que se produzca un boom inesperado, el país no puede aprovecharlo, ya que gran parte de los ingresos extraordinarios se los llevan los bonistas.
3. Extensión del plazo
Otro punto muy significativo para que la carga de la deuda no sea tan pesada es extender el plazo de los pagos. Ecuador logró duplicarlos. En promedio, los bonos pasaron a tener una madurez de 6,1 años a una de 12,7 años. Originalmente, el bono de mayor plazo vencía en 2030. Ahora, el último llega hasta 2040.
4. Reducción de la tasa de interés
Probablemente sea el ítem más relevante a la hora de analizar la sostenibilidad de la deuda. El capital adeudado puede ser bajo en términos del PIB de un país, pero si los intereses son demasiado altos, el pago se termina volviendo insostenible. Ecuador consiguió una reducción del 42% en la tasa de interés a pagar: de un promedio de 9,2 por ciento considerando la totalidad de los bonos, a 5,3 por ciento. El bono con la tasa más alta, que llegaba a 10,75% anual, bajó a 6,9 por ciento.
Por otro lado, los intereses que no se abonaron entre marzo y agosto, cuando el país anunció que no estaba en condiciones de pagar y que iniciaba un proceso de reestructuración, no generarán nuevos intereses. Se sumarán al resto del capital a pagar entre 2026 y 2030.
5. Período de gracia
El período de gracia es otro elemento fundamental para hacer sostenible el pago de la deuda. Es el margen que tiene un país para atrasarse en un pago sin ser penalizado ni caer en default. Ecuador acordó con los bonistas cinco años de gracia en el capital, pasando de 5.600 millones de dólares a cero, y casi dos años de gracia en los intereses, pasando de 2.954 millones de dólares a 79 millones.
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