Las autoridades sanitarias de Chile anunciaron este domingo 98 nuevas muertes por la COVID-19 y ya casi alcanza un total de 7.000, mientras el país avanza en un futuro plan de desconfinamiento al tiempo que implanta nuevas cuarentenas ante la desigual evolución de la pandemia en distintas parte del país.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, explicó en la rueda de prensa diaria desde el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, que la “mejoría sigue avanzando” a nivel nacional a pesar de que en el norte del país se han recrudecido los contagios.
“Hemos visto como ha disminuido el numero de casos activos en once regiones del país (de 17). También hemos visto que en la región Metropolitana (a la que pertenece Santiago), donde tuvimos un aumento significativo de casos, ha disminuido en un 40 % en las últimas dos semanas”, dijo Daza.
En total el país suramericano registra 6.979 fallecidos (con examen PCR positivo e inscritos en el Registro Civil) reportados en la cuenta diaria del Gobierno, aunque el informe epidemiológico semanal presentado el pasado sábado contabiliza 7.743 decesos confirmados por COVID-19 y otros 3.484 sospechosos, que sumarían más de 10.000 muertos por la pandemia.
En cuanto a contagios, el país registró 3.012 casos nuevos en las últimas 24 horas, alcanzando los 315.041 afectados desde que el pasado 3 de marzo se detectará el primer enfermo por el SARS-CoV-2.
En total se han recuperado ya 283.902 pacientes y se encuentran activos 24.166 casos.
La situación del sistema hospitalario se va aliviando lentamente tras el estrés máximo al que estuvo sometido en mayo y junio, sobre todo en Santiago y la región Metropolitana, donde se registran la mayor cantidad de casos en todo el país.
Son 1.995 personas ingresadas en unidades de cuidados intensivos, de las cuales 350 se encuentran en estado crítico.
“Esta situación viene bajando al igual que los casos que hemos visto en las últimas tres semanas”, afirmó el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, quien informó de la disponibilidad de 466 ventiladores.
La evolución del coronavirus en Chile es desigualdad, con dos regiones en el sur del país (Aysén y Los Ríos) listas para comenzar este lunes un desconfinamiento gradual, mientras en el norte las autoridades decretaron nuevas cuarentenas por una semana en las localidades de Arica y Rengo, cerca de la frontera con Perú.
Estas restricciones anunciadas se suman a las tantas vigentes desde hace semanas en diversas regiones de la zona céntrica de Chile, donde las cuarentenas permanecen vigentes en importantes ciudades como Valparaíso, Viña del Mar, Rancagua o la propia capital, con algunos barrios confinados desde hace más de cuatro meses.
Chile se encuentra desde mediados de marzo bajo estado de excepción por catástrofe, toque de queda nocturno y las fronteras cerradas, al igual que las escuelas y los negocios que no sean de primera necesidad.
Los datos a nivel mundial sitúan al país austral como el séptimo del mundo con mayor cantidad de contagios por COVID-19, superando países con una población considerablemente superior como Italia, Reino Unido o México, según las estadísticas de la estadounidense Universidad Johns Hopkins.
Con información de EFE
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