Brasil, el segundo país en el mundo más afectado por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, perdió 38.143 millones de dólares de inversión extranjera en el primer semestre, un récord histórico para el período y que fue provocado por la pandemia, según reportó este miércoles el Banco Central.
La entidad, que realiza la medición estadística desde 1982, detalló que los extranjeros retiraron 301.610 millones de dólares entre enero y junio, mientras que las inversiones provenientes del exterior sumaron 263.467 millones de dólares en el mismo período.
El saldo negativo obedeció a la escalada de la COVID-19 en el país, principalmente en marzo, y que hasta el momento deja casi 68.000 muertos y más de 1,7 millones de casos confirmados.
En marzo, el saldo fue negativo en 14.862 millones de dólares.
La autoridad monetaria contabilizó aplicaciones en títulos de renta fija y acciones, inversión directa en la adquisición o construcción de empresas, pagos de intereses y remesas a matrices en el extranjero de lucro y dividendos.
Otro de los motivos para la fuga de capitales fue la reducción de la tasa básica de intereses, que está en un mínimo histórico de 2,25 %, lo que redujo la práctica de inversores de captar crédito en bancos extranjeros con obligaciones menores y aplicarlo en Brasil para un rendimiento mayor.
La cifra, la mayor en los últimos 38 años para el primer semestre del año, supera el saldo negativo de 12.424 millones de dólares en 2009, como consecuencia de la crisis mundial de 2008, y los 35.818 millones de dólares de 2016, cuando la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, enfrentaba un juicio político.
Brasil prevé cosecha récord en 2020 pese a la pandemia
Brasil, uno de los mayores productores de alimentos del mundo, recogerá este año una cosecha récord de 247,4 millones de toneladas de granos, lo que representa un incremento del 2,5 % con respecto a 2019, según la última previsión del Gobierno.
La estimativa correspondiente a junio es un 0,6 % mayor que la prevista en mayo y supone seis millones de toneladas más en la recolección esperada de cereales, legumbres y oleaginosas.
De acuerdo con las proyecciones del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), esto se debe a que el área cultivada este año es 2,2 % superior a la registrada en 2019 y alcanzará los 64,6 millones de hectáreas.
El arroz, el maíz y la soja son los productos que registrarán el mayor crecimiento y juntos representan el 92,3 % de las proyecciones de producción, así como el 87,2 % del área a cosechar.
En la comparación anual, el mayor crecimiento en número de toneladas lo registrará la soja, con un alza proyectada del 5,6 % frente a 2019, lo que elevará la producción total a unos 120 millones de toneladas.
No obstante, el mayor índice de crecimiento lo tendrá el trigo, con un alza estimada de 33 % (7 millones de toneladas más).
Este año también sobresale la proyección récord para la producción de café arábigo, que se espera alcance los 2,6 millones de toneladas (44,5 millones de sacos de 60 kilogramos), un crecimiento del 28,9 % en comparación con la cosecha del año pasado y que mantiene a Brasil como líder mundial en el sector.
En el lado opuesto están las estimativas de crecimiento para el maíz, cuya producción se reducirá un 3,0 % este año, con una producción de 97,5 millones de toneladas.
La agricultura es el único sector que ha resistido la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus en Brasil.
(Con información de EFE)
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