El opositor Luis Abinader es el virtual ganador de las elecciones presidenciales de la República Dominicana, celebradas este domingo, en el primer cambio del partido en el poder que verá el país caribeño desde 2004, un triunfo ya reconocido por sus principales adversarios y por el actual presidente, Danilo Medina.
Con el 56,5% del escrutinio, el candidato del socialdemócrata Partido Revolucionario Moderno (PRM) concentraba 53,11% de los votos contabilizados por la Junta Central Electoral (JCE), una ventaja de 16 puntos sobre el oficialista Gonzalo Castillo, el aspirante del centroizquierdista Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
El PRM organizó una fiesta en su comando de campaña para celebrar los resultados provisionales, que también le conceden al partido opositor el control del Senado, hasta ahora en manos del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Castillo reconoció que los resultados eran “irreversibles” y felicitó a Abinader, un rico empresario de 52 años, por su “merecido triunfo”. El conteo oficial “demuestra que hay una tendencia irreversible y que a partir de ahora tenemos un presidente electo”, afirmó.
El mandatario Medina también aceptó, pasada la medianoche, la victoria del hombre de negocios. “Extendemos por esta vía nuestra felicitación al nuevo presidente electo @LuisAbinader”, tuiteó.
Los resultados supondrán la primera alternancia en el partido gubernamental desde 2004 y un gran varapalo para el PLD, formación que controlaba el Parlamento y llevaba cuatro mandatos seguidos al frente del Ejecutivo, primero con Leonel Fernández y luego con Danilo Medina.
Fernández abandonó el PLD el pasado octubre denunciando un fraude en las primarias de ese partido, en las que salió victorioso Castillo, y fundó la Fuerza del Pueblo (FP) con el propósito declarado de desalojar del poder a su antigua formación. El escrutinio concede, hasta ahora, un escuálido 8,6 % al tres veces presidente dominicano.
El vuelco no supone un cambio de color en términos ideológicos, puesto que tanto el PLD como el PRM son en origen de centroizquierda, pero en la práctica ambas formaciones amoldan sus políticas a la coyuntura.
En cualquier caso, Abinader promete modernizar el Estado y combatir la corrupción, la impunidad y el clientelismo, prácticas que atribuye al PLD y que han contribuido a desgastar la imagen del partido gubernamental, a pesar de la buena marcha de la economía en los últimos años. En su discurso de victoria, Abinader aseguró que gobernará para todos los dominicanos y celebró que el país diera este domingo un “firme paso de avance hacia su democratización, institucionalidad y desarrollo”.
También afirmó estar convencido de que su partido enfrentará los desafíos “más difíciles” de la historia del país y dijo que dedicará su Gobierno a proteger la salud, reactivar la productividad de las empresas, recuperar los empleos destruidos por la crisis de la COVID-19 y rescatar la confianza en las instituciones democráticas.
Las elecciones tuvieron lugar en plena pandemia, en momentos de cifras récord de contagios en el país, a razón de más de mil nuevas infecciones diarias en los últimos días. A pesar de la COVID-19, se ha constatado una alta participación en los colegios electorales, aunque la Junta Central Electoral (JCE) aún no ha divulgado datos sobre la afluencia de votantes.
Los dominicanos han tenido que votar con mascarilla, usando alcohol en gel y guardando distancia en las filas a las puertas de los colegios, aunque en numerosos lugares se han registrado aglomeraciones, en parte causadas por los séquitos que acompañaban a los candidatos.
La pandemia ha obligado a cancelar la votación de dominicanos residentes en varios países extranjeros, entre ellos Canadá, Reino Unido, Panamá o Argentina, donde las autoridades dominicanas anunciaron el sábado la imposibilidad de celebrar los comicios.
No obstante, el proceso se ha celebrado con relativa normalidad en Estados Unidos y España, países donde vive el grueso de la diáspora dominicana, que además del presidente elige a siete diputados en las legislativas coincidentes.
El coronavirus también forzó a aplazar la fecha de las elecciones, que inicialmente estaban previstas para el 17 de mayo.
El único suceso que quebrantó la normalidad de la jornada de votación fue un tiroteo registrado a las puertas de un colegio electoral en el sector Simón Bolívar, un barrio humilde de Santo Domingo, en el que murió un delegado del PRM y al menos otras dos personas resultaron heridas de bala.
A mitad de jornada, el movimiento cívico Participación Ciudadana denunció que sus observadores comprobaron la compra de cédulas de identidad en el 17 % de los recintos electorales que visitaron, delito que atribuyen tanto al PLD como al PRM y a otras fuerzas minoritarias.
(Con información de EFE)