Los responsables por una investigación que intenta determinar si el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, intentó interferir ilegalmente en la Policía Federal, como denunció el ex ministro Sergio Moro, informaron este martes que pretenden interrogar al mandatario.
El interrogatorio, que debe ser autorizado por la Corte Suprema, se enmarca en una investigación abierta sobre la base de denuncias de Moro, quien renunció al cargo de ministro de Justicia el pasado abril tras denunciar supuestas presiones e injerencias ilegales del mandatario en la Policía Federal.
El pedido fue dirigido al magistrado Celso de Mello, quien desde el Supremo supervisa esa investigación, y en caso de que lo apruebe, deberá decidir también si el interrogatorio será presencial o si el mandatario puede responder por escrito a un cuestionario.
La investigación intenta esclarecer si Bolsonaro presionó o trató de interferir política e ilegalmente en la Policía Federal, que a su vez investiga a dos de sus hijos: el senador Flavio y el concejal de Río de Janeiro Carlos.
Las sospechas contra el mandatario surgieron a partir de las denuncias de Moro, quien al momento de renunciar declaró que el presidente presionaba por cambiar a la cúpula de la Policía Federal, institución autónoma, aunque dependiente del Ministerio de Justicia.
A partir de esas declaraciones, la Corte Suprema autorizó a la Fiscalía abrir una investigación en la que también figura el propio Moro.
El ex juez, conocido por su papel en la operación anticorrupción Lava Jato, prestó declaración ante las autoridades e indicó que esas presiones fueron “explícitas” en una reunión ministerial celebrada el 22 de abril, días antes de su renuncia, y que fue grabada en video.
En ese encuentro, que el Supremo decidió hacer público, un Bolsonaro exaltado se quejó de la poca información que le facilitaba la Policía Federal, afirmó que intentó sin éxito cambiar la cúpula de la institución y avisó que lo intentaría de nuevo, lo que ocurrió poco después.
El video de esa reunión es una de las piezas claves del proceso, que hasta el momento se ha complementado con interrogatorios a tres influyentes ministros, políticos y comisarios.
Si hubiera indicios suficientes contra Bolsonaro, que niega todas las acusaciones, la Fiscalía pudiera presentar una denuncia en su contra ante el Supremo, que solo podría abrir un juicio si así lo aprueba una mayoría de dos tercios de los votos en la Cámara de Diputados (342 de un total de 513).
Solo si esa mayoría fuera alcanzada, Bolsonaro sería suspendido de su cargo durante 180 días, periodo en el cual el Supremo tendría que realizar el juicio, y en caso de ser declarado culpable sería destituido y le sucedería en el poder el vicepresidente, el general Hamilton Mourao.
(Con información de EFE)
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