El gobierno de Estados Unidos anunciará el viernes el alcance de una serie de nuevas sanciones al régimen cubano. En concreto, siete subentidades turísticas y financieras pasarán a tener prohibido realizar negocios con empresas y ciudadanos canadienses.
Entre ellas se destaca Fincimex, una institución financiera controlada por las Fuerzas Armadas que tiene un control casi absoluto sobre el envío de remesas -por vías formales, que representan poco más de la mitad del total- hacia la isla.
La medida, indicó el Departamento de Estado a la hora de comunicar su imposición, "ayudará a abordar los intentos del régimen de controlar el flujo de divisas que pertenece al pueblo cubano”. "El pueblo debe tener la libertad de decidir qué hacer con su propio dinero”, agregó el documento.
Ante el inminente anuncio, el presidente de Havana Consulting Group, Emilio Morales, detalló el entramado mediante el cual las Fuerzas Armadas se quedan con la vasta mayoría del dinero enviado a través de ese canal, y analizó los escenarios que podrían tener lugar dependiendo del alcance que la secretaría del Tesoro de a las sanciones.
En una conferencia que tuvo lugar en la ciudad de Doral, en Miami, Morales indicó que el 95 por ciento de las remesas formales pasan por Fincimex. Y explicó que pese a que los emisores realizan los envíos en divisas extranjeras, estas nunca llegan a la isla: son depositadas fuera de ella y al receptor se le entregan “Pesos Cubanos Convertibles” (CUC), los cuales están atados a la cotización del dólar estadounidense. Además, recordó que el régimen impone un impuesto del 10 por ciento por la conversión.
“Cuando se envían USD 100 se piensa que ese dinero llega. Sin embargo, las personas sólo reciben CUC 87 por el impuesto”, dijo Morales. Y agregó: “Además, esa moneda solo se puede usar en cadenas minoristas en Cuba, donde se pueden comprar determinados productos que tienen un gravamen del 240 por ciento”.
Al sumar el impuesto de conversión y los gravámenes artificiales en las tiendas que aceptan CUC, explicó, las Fuerzas Armadas cubanas se quedan con casi USD 75 por cada USD 100 que se envían como remesa formal a la isla.
“A eso apunta el departamento de Estado. No a que no haya remesas, sino a un negocio multimillonario. Desde 1993 hasta 2019, las autoridades cubanas han obtenido casi USD 19.000 millones, algo que su economía ha sido incapaz de producir”, remarcó Morales. En el último año, la cifra ascendió a USD 3.716 millones.
Ese sistema, indicó el titular de Havana Consulting Group, ha llevado a la proliferación del envío de dinero por vías informales, donde las personas viajan a cuba y lo entregan personalmente. “Es la única vía que garantiza la entrega en divisas convertibles de verdad”, expresó, haciendo referencia al hecho que las CUC no son aceptadas fuera de la isla.
Para ilustrar el rol de las conocidas como “mulas”, Morales indicó que desde 1993 se enviaron casi USD 28.000 millones, una cifra superior a su contraparte formal. “El total sumando ambas es de casi USD 47.000 millones, casi igual a la deuda externa que Cuba tenía con todos sus acreedores en 2015”, remarcó.
Y agregó: “A los cubanos que se van, los dejan salir para que mantengan el país mediante las remesas. Las sanciones no buscan eliminarlas, sino sacar a los militares del negocio”. El titular de las Fuerzas Armadas cubanas es Leopoldo Cintra Frías, quien fue sancionado en enero de este año por los Estados Unidos por sus “flagrantes violaciones a los derechos humanos y uso de violencia” en Venezuela. En consecuencia, ni él ni sus familiares inmediatos pueden ingresar a territorio estadounidense.
En otro pasaje de la conferencia, Morales consideró los distintos escenarios que podrían tener lugar dependiendo del alcance de las sanciones, entre ellos la posibilidad de que empresas como Western Union -aquella con mayor caudal de envíos de las que tienen contrato con Fincimex- dejen de operar completamente en el marco de la pandemia.
Una alternativa, expresó, podría implicar el traspaso de la operación por parte del régimen a otra institución que no haya sido sancionada por los Estados Unidos. No obstante, aseguró que esto de igual manera impactará en las Fuerzas Armadas.
“Si va por bancos que no pertenecen a las estructuras de los militares, se les va a hacer más difícil. No sé como van a hacer para sacar el dinero de allí”, dijo.
Y si bien concedió que otras empresas podrían absorber alguna porción del mercado, aseguró que la vasta mayoría recurrirá a las vías informales. “Los costos (formales) van a ser más altos y la gente va a depender más de las mulas”.
Sin embargo, el flujo de personas entre la isla y los ciudadanos en Estados Unidos se ha reducido de manera significativa durante la pandemia del nuevo coronavirus. Y, considerando que la normalización absoluta no está en el horizonte, Morales abordó un posible escenario donde las remesas formales se vean interrumpidas de manera absoluta e inmediata.
“Sería como cortar el último hilo de oxígeno que le queda a la isla porque no habría vuelos (con la consistencia regular) hasta agosto. Muchas personas estarían entre la espada y la pared. Quienes controlan el dinero y los cubanos que lo reciben”, expresó.
No obstante, dijo, “siempre habrá una vía” para hacer llegar el dinero. “La alternativa de las mulas siempre va a existir. Más allá de las restricciones actuales por la pandemia, hay 20 vuelos diarios a Cuba”. Pero, a modo de conclusión, sentenció: “La única fórmula viable es liberar las fuerzas productivas”.
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