La Dirección de Hechos Complejos de la Policía de Uruguay encontró las dos pistolas Glock que habían sido robadas por un desertor imputado por el asesinato de tres infantes de marina.
De acuerdo a lo que informó el periódico El País, personal de la Dirección de Investigaciones y de la Dirección de Hechos Complejos encontró anoche las dos pistolas Glock que pertenecían a los infantes de marina asesinados en la madrugada del domingo. Una de las armas fue usada para disparar ocho tiros contra los infantes.
Las armas, que tenían la inscripción “Armada Nacional”, fueron halladas gracias a un operativo encabezado por el comisario mayor Antonio da Silva, de la Dirección de Hechos Complejos. Fuentes policiales confirmaron al diario mencionado que se incautaron las pistolas y municiones.
Preguntado por El País, el ministro del Interior uruguayo, Jorge Larrañaga, confirmó que las dos pistolas faltantes habían sido encontradas. Una de las Glock había sido ubicada poco después del crimen durante el allanamiento a una casa donde estaba el acusado de matar a los infantes.
“Como ustedes nos llamaron, damos esta información importante para la población y por el esfuerzo realizado por la Dirección de Hechos Complejos y otros grupos que apoyaron la investigación”, dijo Larrañaga al medio citado.
“Cabe resaltar, en este momento tan difícil generado por este triple homicidio, que hubo un resultado rápido. Nunca entramos en hipótesis aunque no descartamos ninguna. Finalmente la investigación derivó en estos hechos policiales que fueron determinantes”, concluyó.
Los tres imputados por el homicidio de tres militares, perpetrado en una base naval de Montevideo, pasaron a prisión preventiva hasta el 3 de noviembre, informó la fiscal del caso, Mirta Morales.
De las tres personas detenidas este lunes, una quedó imputada como presunto autor de homicidio muy especialmente agravado y las otras dos por presunto delito de encubrimiento, añadió durante una rueda de prensa, en la que compareció junto a Larrañaga y el fiscal de Corte, Jorge Díaz.
El hecho ocurrió este domingo en una base naval ubicada en Montevideo, donde los tres militares, los marineros de primera Juan Manuel Escobar, Alex Guillenea y Alan Rodríguez, de 22, 25 y 31 años, respectivamente, fueron asesinados con disparos.
La hipótesis con la que trabaja la Fiscalía es la de que un ex funcionario de la Armada atacó a quienes fueron sus compañeros hasta marzo con el móvil del “hurto de armas”.
Eso explicaría que el acceso del atacante al lugar fuera sin violencia, ya que él conocía “a la perfección” tanto el espacio de la guardia como “la operativa de seguridad” que desarrollaban las tres víctimas, dijo la fiscal.
Según la teoría de los investigadores, el atacante sustrajo el arma de un militar que descansaba, mientras sus dos compañeros llevaban adelante el servicio de guardia “porque se rotaban los turnos”, algo que, como explicó, “solo una persona que sabe la operativa sabe eso”.
Morales confirmó que “todos recibieron varios impactos y murieron a consecuencia de las heridas recibidas”.
Por su parte, el ministro indicó que se trata de una “misión cumplida” y que ahora quedan “todos los otros trámites” para completar la resolución de lo que calificó de “horrendo crimen”.
“El trabajo es continuo y vamos a seguir muy firmes contra el crimen y contra los criminales en esa tarea que no va a terminar nunca”, declaró Larrañaga.
El mismo día en que ocurrieron los hechos, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, emitió un mensaje en el que remarcó que el Estado iba “a combatir, a perseguir y a capturar” a el o los autores del hecho.
“No estamos dispuestos a que se naturalice la violencia en la sociedad, lo hemos repetido una y mil veces y desde el Gobierno vamos a utilizar todas las herramientas constitucionales y legales que permitan utilizar la fuerza del Estado para repeler la agresión a los ciudadanos uruguayos y aquellos que habiten nuestro país”, apuntó el presidente.
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