El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, tras reunirse con el comité científico que lo asesora, decidió poner en marcha un plan para reabrir en seis fases la ciudad pese al aumento de contagiados por coronavirus.
De acuerdo a lo que informó O Globo, los intervalos esperados entre las etapas serán de 15 días, que pueden acortarse o prolongarse según la evolución de la curva de infectados. Siguiendo el plan estimado, la vida de los cariocas volvería a la normalidad en tres meses.
La primera fase implica la apertura de las actividades con mayor relevancia económica y menos riesgo de contagio. En una segunda etapa, volverán las actividades con menos impacto en la economía y riesgo medio de contagio. Posteriormente, seguirán las fases sucesivamente, hasta que alcancen las actividades que ofrecen el mayor riesgo y que tienen el menor peso en la economía.
Durante la reunión, el alcalde no enumeró las etapas y se espera un nuevo encuentro este sábado, donde se darán a conocer los detalles de la medida.
En cada fase, igualmente se mantendrán las recomendaciones de higiene y el uso de las máscaras. También se sugerirá escalonar los horarios de los trabajadores para evitar las horas pico y el hacinamiento en las estaciones de transporte público. Además, se aconsejará a las personas mayores y que están en los grupos de riesgo que se queden en sus casas hasta la última etapa.
Brasil confirmó este jueves 1.156 nuevas muertes por coronavirus, hasta un total de 26.754 decesos desde el inicio de la pandemia, mientras que estableció un nuevo récord de 26.417 casos de la enfermedad en un día, según informó el Ministerio de Salud.
Los casos diarios volvieron a alcanzar un récord en el país y ahora ascienden ya a 438.238 infectados, según el boletín diario divulgado por ese despacho ministerial.
Asimismo, esta fue la tercera jornada consecutiva que el país, el segundo del mundo con más casos después de Estados Unidos, se mantuvo por encima de la barrera de los 1.000 muertos diarios, acercándose a España, que tiene 27.119 fallecidos.
La región sureste, la más rica, industrializada y poblada de Brasil, permaneció como epicentro de la pandemia en el país, con un total de 161.640 contagiados y 12.629 muertos.
El estado de San Pablo, donde viven unas 46 millones de personas, igualmente rompió récord de casos diarios al registrar 6.382 nuevos contagios, totalizando 95.865, mientras que las muertes se acercan a las 7.000, tan solo un día después de que el gobernador Joao Doria anunciara la reapertura gradual a partir del 1 de junio de algunas actividades económicas que estaban suspendidas en la región desde el 24 de marzo.
Río de Janeiro, la segunda zona más golpeada por el coronavirus, contabilizó por tercera jornada consecutiva más de 200 fallecidos en un único día (251) y alcanzó los 4.856 óbitos, por lo que sobrepasó tanto a China como a India en número de decesos, mientras que los contagiados ya suman 44.886.
La pandemia, lejos de dar signos de desaceleración en el país, preocupa también en la región Nordeste, que ha registrado un aumento exponencial de casos en las últimas jornadas y ya llega a 147.692 infectados y unas 8.000 muertes, distribuidos en sus nueve estados.
Ceará, con 2.733 decesos y unos 40.000 contagiados, y Pernambuco, con 2.566 y casi 31.000, respectivamente, encabezan la lista de estados más golpeados por el COVID-19 en la región.
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