La propagación de la COVID-19 se acelera en Brasil, Perú y Chile, dijo el martes la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud, que pidió extremar el distanciamiento social, aumentar las pruebas diagnósticas y adecuar los servicios de salud a fin de salvar vidas.
“En Sudamérica, estamos particularmente preocupados porque el número de casos nuevos reportados la semana pasada en Brasil fue el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote”, dijo Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con sede en Washington.
“Tanto Perú como Chile también están reportando una alta incidencia, una señal de que la transmisión aún se está acelerando en estos países”, agregó.
El continente americano se convirtió, “sin duda”, en el epicentro de la pandemia, que fue declarada el 11 de marzo por la OMS luego de que el nuevo coronavirus fuera reportado a fines de 2019 en China.
Pero Etienne dijo que ahora, con un total de 726.921 casos y 39.560 muertes reportadas al 25 de mayo, según la OPS, América Latina superó a Europa y Estados Unidos en el número diario de infecciones.
Y llamó a la región a no bajar los brazos en los esfuerzos para frenar los contagios, que se estiman superiores que los detectados.
"Para la mayoría de los países de las Américas, ahora no es el momento de relajar las restricciones o reducir las estrategias preventivas", enfatizó.
Más test
Para enfrentar la COVID-19, la OPS recomienda una combinación de medidas de distanciamiento físico de la población, generalización de las pruebas para detección de infecciones y preparación de los servicios de salud.
Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud de la OPS, destacó especialmente la necesidad de incrementar la capacidad de testeo para prevenir la progresión de la enfermedad.
“La mayoría de los países de Sudamérica aún no están haciendo pruebas al nivel que deberían”, dijo, señalando a Chile como excepción.
“Fuerte aumento” en Nicaragua
Etienne alertó también sobre el crecimiento esperado de casos y muertes en México, El Salvador, Guatemala y Colombia.
Además, puso énfasis en el “fuerte aumento” del brote en Nicaragua, donde el Gobierno de Daniel Ortega ha sido cuestionado por responder a la pandemia sin medidas de contención y con convocatorias a reuniones masivas.
“Hacemos un llamado a todas las entidades públicas y privadas de Nicaragua a que se implementen, con efecto inmediato, todas las recomendaciones proporcionadas por la OPS”, dijo el director de Emergencias Sanitarias de la organización, Ciro Ugarte, al ser consultado sobre el país centroamericano.
El riesgo de las ENT
Otro fantasma acecha a la región de las Américas: el impacto mayor de la pandemia en personas con Enfermedades No Trasmisibles (ENT) subyacentes, como la diabetes, las dolencias cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas, males muchas veces asociados a la mala alimentación, al consumo de tabaco, al estilo de vida y a la pobreza.
“Nunca hemos visto una relación tan letal entre una enfermedad infecciosa y las ENT. Algunos de los datos son realmente alarmantes. Especialmente para nuestra región, donde las ENT están extendidas ampliamente”, dijo Etienne.
En el continente americano, una de cada cuatro personas padece alguna ENT.
Estudios recientes citados por Etienne indicaron que las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de enfermarse de gravedad o morir de COVID-19, y el 28% de los pacientes con cáncer que se contagiaron del nuevo coronavirus murieron, en comparación con el 2% de los pacientes en general.
Fumar también aumenta la posibilidad de sufrir complicaciones por COVID-19.
Etienne dijo que el tratamiento de los pacientes con ENT se ha resentido por las medidas de quedarse en casa, las interrupciones en la prestación de servicios de atención médica, así como el temor de la población de asistir a los centros de salud por el riesgo de contagio de COVID-19.
“Este desafío debe ser abordado por los sistemas de salud en nuestra región o nos enfrentaremos a una epidemia paralela de muertes prevenibles de personas con ENT”, advirtió.
Antes del surgimiento de la COVID-19, el 81% de todas las muertes en la región de las Américas se debían a ENT, y el 39% de quienes morían tenían menos de 70 años.
(Con información de AFP)
MÁS SOBRE ESTOS TEMAS: