La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió este martes que la trasmisión del coronavirus “aún se está acelerando” en Brasil, Perú y Chile y pidió no flexibilizar las medidas de contención de la pandemia en la región.
“En Sudamérica, estamos particularmente preocupados porque el número de casos nuevos reportados la semana pasada en Brasil fue el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote. Tanto Perú como Chile también están reportando una alta incidencia, una señal de que la transmisión aún se está acelerando en estos países”, indicó la directora de la OPS, Carissa Etienne, subrayando que “ahora no es el momento de relajar las restricciones”.
América Latina ya superó a Europa y Estados Unidos en el número diario de infecciones, convirtiéndose “sin duda” en el nuevo epicentro de la pandemia, agregó durante la sesión informativa semanal de la OPS. Asimismo, llamó a los países a no bajar los brazos en los esfuerzos para frenar los contagios, que se estiman superiores que los detectados.
"Para la mayoría de los países de las Américas, ahora no es el momento de relajar las restricciones o reducir las estrategias preventivas", dijo Etienne.
La OPS recomienda una combinación de medidas de distanciamiento físico de la población, realización de pruebas diagnósticas y preparación de los servicios de salud para hacer frente al COVID-19, declarada pandemia el 11 de marzo tras ser reportada por primera vez a fines de 2019 en China.
Etienne detalló que la OPS prevé que Brasil tendrá un pico de 1.020 muertes diarias por coronavirus para el 22 de junio, citando el modelo del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME por sus siglas en inglés).
El IHME anticipó hace dos semanas que Brasil acumulará 88.305 decesos para el 4 de agosto, en un rango estimado entre 30.302 y 193.786.
Esta semana el país sudamericano se convirtió en el segundo más afectado por la pandemia en todo el mundo. El lunes registraba 375.000 infectados y 23.473 fallecidos.
En los últimos días también creció la preocupación sobre la situación de Venezuela, donde hubo un significativo aumento de contagios en medio de una grave crisis humanitaria y sanitaria.
Human Rights Watch (HRW) y la Universidad Johns Hopkins alertaron sobre las condiciones en que los trabajadores sanitarios hacen frente a la pandemia, y denunciaron que las cifras que proporciona el régimen de Nicolás Maduro, con 10 muertes reportadas, son falsas y “absurdas”, y una estimación conservadora podría situarlas en al menos 30.000, dijeron el martes Human Rights Watch (HRW) y el Hospital Johns Hopkins (JHH).
“Creemos que las cifras, las estadísticas que proporciona el gobierno de Venezuela, las estadísticas de Maduro, son absolutamente absurdas y no son creíbles”, aseguró en una videoconferencia José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas.
"En un país donde los médicos no tienen agua ni siquiera para lavarse las manos en los hospitales", donde "el sistema de salud está colapsado totalmente", donde hay "hacinamiento en barrios y cárceles" (...) en esas circunstancias que solo existan mil contagiados y solo 10 muertos no nos parece creíble", insistió.
Según el régimen venezolano, hasta el domingo pasado el virus dejaba 1.121 contagiados y 10 fallecidos en el país de 30 millones de habitantes.
La doctora Kathleen Page, médica y profesora asociada de la escuela de medicina de Johns Hopkins que entrevistó a numerosos médicos y enfermeros venezolanos para el informe, aseguró que una estimación conservadora situaría la cantidad de muertos por el virus en Venezuela en “por lo menos 30.000”.
Con información de AFP
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