La compra de respiradores de fabricación española por el Gobierno interino boliviano, para pacientes con COVID-19, destapó este martes un supuesto escándalo de corrupción tras revelarse que fueron adquiridos por casi el triple de su valor, por lo que fue detenido un funcionario.
“Gracias a denuncias en redes y medios iniciamos investigación sobre posible corrupción en compra de los respiradores españoles”, aseguró en un mensaje en Twitter de la presienta interina del país, Jeanine Áñez.
“Pido cárcel y ordeno todo el peso de la ley contra quienes se hubieran llevado un solo peso. Cada centavo de corrupción debe ser devuelto al Estado”, complementó la mandataria.
Las observaciones a esa adquisición comenzaron la semana pasada cuando Jeanine Áñez entregó una primera dotación de equipos de respiración artificial el día que llegaron de España.
Una asociación de médicos bolivianos especializados en terapia intensiva advirtió de que los ventiladores no servían para pacientes en estado crítico, cuando todavía no se sabía nada del supuesto sobreprecio de la primera partida de 170 un total de 600 equipos que deben llegar al país.
Tras ello, el Gobierno transitorio justificó la compra asegurando que los artefactos que costaron más de 27.000 dólares, con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al país, pueden salvar vidas.
Este martes varios medios de comunicación revelaron que el valor real de cada respirador básico, que fueron los que inicialmente se compraron, es de unos 10.000 dólares y que con algunos complementos su costo sería de unos 1.000 adicionales.
“Este es un Gobierno de la transparencia, este es un Gobierno que no va a socapar (encubrir) absolutamente a nadie”, dijo el ministro interino de la Presidencia, Yerko Núñez, durante un acto en el que justamente se entregaba parte de los equipos observados.
Apenas el ministro interino hizo ese anuncio, se difundió en redes sociales información del arresto de un funcionario del Ministerio de Salud supuestamente implicado el caso.
El aprehendido “se encargó de la adquisición directa” de esos equipos, según un comunicado del Ministerio de Gobierno (Interior) minutos después.
El suceso provocó reacciones como la de la presidenta del Senado, Eva Copa, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que calificó de “lamentable” dicha compra y que pidió que las investigaciones convoquen al BID, que otorgó el crédito para la adquisición de los respiradores por un total de cinco millones de dólares.
El supuesto sobreprecio de estos equipos es uno de los casos de presuntas irregulares en la gestión transitoria de Áñez que más eco está teniendo en Bolivia.
(Con información de EFE)
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