La ciudad brasileña de Ladario, en el estado de Mato Grosso do Sul (centro-oeste) y próxima a la frontera con Bolivia, comenzó este lunes un período de 21 días de ayuno y oración decretados por la Alcaldía para pedir la intercesión divina para combatir los avances del coronavirus.
El decreto, que fue expedido el viernes y entró en vigor este lunes, fue promulgado bajo el argumento de la ciudad ser mayoritariamente “cristiana”, pero el alcalde Iranil de Lima Soares aclaró que “no es obligatorio” y los ayunos y oraciones deberán ser realizados “desde las casas, para evitar aglomeraciones”.
“Resolvimos estimular la fe de las personas, para que ellas puedan tener esperanza, para que el momento de pánico no invada el corazón, la mente de ellas”, comentó a periodistas el alcalde.
De acuerdo con Soares, el decreto pretende que las personas “puedan voltearse un poco de cara para Dios y así poder traer la esperanza de que todo va a pasar y luego todo será restablecido”.
Según el decreto, “la humanidad, en algunos momentos, recurrió a Dios para orientarla en cómo vivir y superar esos momentos difíciles y turbulentos, resultantes de la diseminación de las enfermedades” y para el último día, el 7 de junio, pide que se realice una cadena de oración, durante una hora, de las cinco a las seis de la mañana.
El municipio de poco más de 23.000 habitantes contabiliza hasta el momento cinco contagios por el COVID-19, sin ninguna muerte, tres casos confirmados menos que la vecina Corumbá, limítrofe con Bolivia.
En Ladario el uso de mascarillas es obligatorio y las iglesias, en su mayoría evangélicas, se mantienen abiertas pero solo pueden celebrar cultos y actos religiosos con máximo el 30 % de su capacidad.
Hasta este lunes, el Ministerio de Salud contabilizaba oficialmente 16.792 muertos y 254.220 casos de coronavirus en todo el país.
(Con información de EFE)
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