La presidenta Jeanine Áñez apareció con una tarjeta celeste conocida como “shut out” o “block out”, muy usadas en algunos países asiáticos porque aseguran bloquear virus. Sin embargo, la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA) ya rechazó su uso y varios países incluso la prohibieron. La aparición de la mandataria utilizando una de ellas generó polémica en su país.
Según detalla El Deber, estas tarjetas de fabricación japonesa se venden en Bolivia por un Bs 120, unos 17 dólares. Contienen dióxido de cloro, una sustancia que es utilizada para esterilizar superficies y, según sus fabricantes, desinfecta el aire que está a su alrededor durante 30 días.
Organismos internacionales, como la EPA, sin embargo aseguran que no hay evidencia científica de que funcionen y, menos aún, de que sean seguras. "En medio de esta emergencia mundial, todavía hay quienes aprovechan para estafar y vender productos de inferior calidad”, señala un artículo publicado en el sitio web de la agencia norteamericana.
Mientras la polémica crece, y avanza la pandemia del coronavirus, la oferta de estos productos se dispara en Bolivia. Según detalla Página Siete, el producto se ofrece cada vez más en las redes sociales. “Tarjeta esterilizadora espacial de última generación. Purifica el aire, protege 360 º eliminando virus y bacterias hasta 1 metro a la redonda, usándola colgada al cuello”, dice un anuncio que ofrece el collar en las redes sociales.
En la publicidad internacional del producto, la firma Toamit asegura que “se ha demostrado experimentalmente que bloquea eficazmente las partículas y bacterias transportadas por el aire, así como varios virus epidémicos... reduciendo la posibilidad de ser infectado o de infectar a otros”. Los fabricantes afirman incluso que es adecuado para los enfermos, los ancianos, los niños y las personas con baja inmunidad.
Sin embargo, Ariane Davison, viróloga e inmunóloga, aseguró en diálogo con el medio HKFP que el collar es una “completa estafa”. Y agregó: “El dispositivo se lleva alrededor de tu cuello, en ningún lugar cerca de tu nariz y boca que son los portales clave para la infección Covid. Si se acerca el dispositivo a la cara, el ingrediente activo, el dióxido de cloro, causaría graves irritaciones respiratorias y oculares y quemaduras en la piel, ya que es altamente corrosivo”.
Davison explicó que el dióxido de cloro se utiliza para esterilizar superficies duras, y no debe utilizarse cerca de la cara. Además, a diferencia de los objetivos de los dispositivos anti-mosquitos para repeler insectos voladores, los virus son inanimados, y no ‘migran’ o se sienten atraídos por la tarjeta ‘Virus Shut Out’, que se lleva alrededor del cuello. “Este dispositivo es inútil para protegerse del Covid-19”, sentenció.
Bajo la misma premisa, el producto de origen japonés ya fue prohibido en Vietnam y Tailandia.
Consultado sobre el tema, el jefe de la Unidad de Epidemiología del Ministerio de Salud, Virgilio Prieto, adelantó se investigará la legalidad de esta tarjeta en el país y manifestó que si en otros países fue rechazada, “tampoco se debería utilizar en Bolivia”, detalla Página Siete.
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