“La justicia no está en cuarentena”. Ese fue el título del foro virtual organizado por el Instituto Casla para tratar las violaciones de los derechos humanos de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Violaciones que se han acentuado desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
El foro, del que participó Infobae, contó con dos partes. En la primera participaron Tamara Suju (Directora Ejecutiva del Instituto Casla), Joe Piechowski (Subsecretario de Estado adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU), Javier Larrondo (Presidente de Cuban Prisoners Defenders), Denis Darce (Director Ejecutivo de la Comisión Permanente de DDHH de Nicaragua), y la periodista Idania Chirinos, quien ejerció como moderadora.
La segunda parte, en tanto, contó con la participación de víctimas de abusos y persecución de las dictaduras: José Daniel Ferrer (Coordinador general de la UNPACU, Cuba), Luis Quiroz (líder estudiantil nicaragüense de CUDJ), Ivonne Echenagucía (Venezuela), y la española Beatriz Becerra (ex diputada por el Parlamento Europeo).
Todos los participantes coincidieron en un punto: “Los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua utilizan la pandemia para reprimir a su pueblo”.
“Necesitamos transparencia para sobrevivir esta pandemia, la libre circulación de información, datos correctos… Necesitamos una libre expresión de conocimiento. En vez de transparencia, en los lugares donde rigen dictaduras o regímenes autoritarios hemos visto silencio, mentiras, la propagación de historias que no son correctas. Hemos visto represión hacia quienes traten de contarnos la verdad”, apuntó Piechowski, quien consideró que particularmente “el caso de Nicaragua es muy preocupante”.
Mientras el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo reporta apenas 25 casos de infectados de COVID-19 y menos de muertos, y convoca a grandes concentraciones contra toda recomendación de las autoridades sanitarias, organismos de derechos humanos y varios países de la región advierten que el manejo del sandinismo de la pandemia puede provocar resultados catastróficos. “En Nicaragua tenemos 27 presos con coronavirus. Imaginemos el tamaño de crimen de lesa humanidad que está cometiendo este señor; Cuba está llegando a ese extremo”, aseguró Larrondo.
Darce comentó que, en sintonía con las políticas represivas aplicadas en países como Cuba, Venezuela y China, el régimen de Ortega “amenaza a médicos con despidos, cuando ellos lo que quieren es informar sobre lo que ocurre”. “También intimidan a sus familiares, quienes están enterrando a sus muertos. Se registraron muchos muertos por neumonía, y se les prohíbe a los familiares que abran los féretros”.
“Mientras mantiene la represión en contra de la gente, el gobierno facilita espacios, promueve a que la gente se conglomere. Entonces no se entiende la estrategia del gobierno, hay secretismo; no hay coherencia con las recomendaciones de la OMS; los que están libres no tienen ningún tipo de confianza de acudir a los establecimientos médicos”, agregó el Director Ejecutivo de la Comisión de DDHH de Nicaragua.
Pese a que el régimen sostiene que el impacto del coronavirus en el país es casi nulo, Darce comentó que “algunas instalaciones médicas ya están colapsadas” y el sistema de salud, por orden de las autoridades, “prioriza la atención de seguidores del régimen”. Ante esta situación, pidió la liberación de los presos políticos y “mejorar las condiciones de las personas privadas de su libertad en las cárceles del país”.
“Estamos viendo una similitud de las condiciones de los presos políticos en los tres países: hacinamiento, insalubridad, hambre, abuso, crueldad extrema, riesgo a contraer el coronavirus. De hecho Venezuela y Cuba niegan y ocultan a la información sobre presos contagiados”, aportó Ferrer, quien a principios de abril fue excarcelado y enviado a prisión domiciliaria, luego de permanecer seis meses detenido arbitrariamente y sometido a abusos y torturas por la dictadura castrista.
Con respecto al caso cubano, Larrondo repudió el provecho que saca la cúpula de la dictadura con las misiones de médicos. Sostuvo que las autoridades tienen un doble juego: “Por un lado, al exterior quiere presentarse como una potencia médica, y en verdad es una gran potencia esclavizadora, de buenos médicos que salen en condiciones deplorables al extranjero; ocultan las cifras de contagios, ocultan que ya en las cárceles ha entrado el coronavirus”.
En esa línea, indicó que esas misiones “son el mayor ingreso de Cuba” y “se producen en esclavitud”. El régimen “exporta a esos médicos, calla la información, expone a su pueblo a un riesgo inmenso, y además restringe a los cuentapropistas, los persigue, al mismo tiempo que no suministra alimentos al pueblo. El mercado de la alimentación y los suministros básicos es de tal calibre que las colas en tiendas son terribles”.
“En Cuba viven dos pandemias: una es la pandemia ideológica del régimen, y la otra es la del coronavirus”, subrayó.
Piechowski adelantó que Estados Unidos seguirá aumentando la presión contra la dictadura de La Habana y, en referencia a los países que está recibiendo médicos cubanos para hacer frente a la pandemia, comentó: “El mundo tiene que saber que la llegada de supuestos médicos con bata blanca, no es nada bueno para ellos mismos. Los únicos que se aprovechan son los líderes del régimen”.
La activista Tamara Suju, por su parte, dijo que “los crímenes de lesa humanidad han aumentado” en Venezuela, y consideró que “la persecución como consecuencia de la pandemia se va a profundizar”. “La pandemia la ha dado luz verde al régimen para asesinar; 30 días más de licencia para torturar y asesinar”, apuntó. En ese sentido, reportó que en los últimos años las ejecuciones extrajudiciales “son más de nueve mil”: “Ahora tienen confinados a los venezolanos, fuera de acción a los líderes políticos de la oposición, y cuando salen a hablar sobre lo que está sucediendo, van a sus casas y ponen las patrullas para detenerlos o intimidarlos”.
“En Venezuela mata más el Madurovirus que el coronavirus”, opinó. Y denunció que, además de no contar con información transparente sobre la verdadera situación del COVID-19, “nunca vamos a tener cifras exactas de las muertes en Venezuela por las carencias” que sufre el país.
Suju también fustigó las condiciones en las que están recluidos los presos políticos: “Al régimen no le alcanzan las cárceles para la cantidad de presos; cada vez hay más miedo de denunciar lo que le está ocurriendo con los presos políticos”.
Los participantes del foro remarcaron la necesidad de aumentar la presión internacional contra las dictaduras para detener las violaciones a los derechos humanos. Beatriz Becerra, ex diputada por el Parlamento Europeo y una férrea crítica de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, sostuvo: “El compromiso de la comunidad internacional, a pesar de las dificultades, está. A pesar de la pandemia, seguimos pendientes”.
Ferrer, quien lleva décadas sufriendo los atropellos y abusos del régimen castrista, concluyó: “Los Madurovirus, Ortegavirus y Castrovirus son peores que todos los coronavirus juntos”.
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