Bolivia acusó al presidente argentino Alberto Fernández de tener “actitudes injerencistas”

La canciller Karen Longaric rechazó las declaraciones del peronista sobre la región en una videoconferencia con el Grupo de Puebla

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La Canciller boliviana Karen Longaric (Reuters)
La Canciller boliviana Karen Longaric (Reuters)

El Gobierno interino de Bolivia criticó este sábado lo que consideró “actitudes injerencistas” del presidente de Argentina, Alberto Fernández, tras unos dichos suyos en una reciente reunión virtual de los políticos pertenecientes al Grupo de Puebla.

“El presidente @alferdez insiste en actitudes injerencistas, llamando a grupos afines a desestabilizar gobiernos vecinos legítimos”, escribió en Twitter la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric. “Bolivia rechaza esta conducta contraria al derecho internacional, que se suma a la protección de los actos sediciosos de Evo Morales en Argentina”, agregó la ministra boliviana.

Longaric condenó que Fernández pidiera que en Bolivia, Ecuador y Colombia se una la oposición para derrotar a la “derecha conservadora”. El argentino formuló esas declaraciones durante una reunión celebrada el viernes de forma virtual en la que líderes de 14 países debatieron formas de enfrentar la crisis sanitaria y económica generada por el COVID-19, que golpea fuertemente a Latinoamérica.

En el encuentro, Fernández recalcó que “el gran secreto para que América Latina pueda asumir este desafío es que las fuerzas progresistas se unan” ante la adversidad. “Si las fuerzas progresistas no se unen estamos ayudando mucho a que la derecha conservadora sobreviva y siga manejando las cosas como las viene manejando”, agregó el mandatario argentino.

El argentino citó como ejemplo de unidad el vínculo sellado entre él y la vicepresidenta Cristina Kirchner junto con el peronismo y otros partidos del campo popular, y remarcó que los dirigentes progresistas no pueden "darse el lujo de tener diferencias”.

En la videoconferencia con sus aliados del Grupo Puebla participó Evo Morales y los ex presidente Ernesto Samper, de Colombia; Dilma Rousseff, de Brasil; y Pepe Mujica, de Uruguay).

Evo Morales se trasladó a la Argentina en diciembre pasado, cuando Alberto Fernández asumió como presidente
Evo Morales se trasladó a la Argentina en diciembre pasado, cuando Alberto Fernández asumió como presidente

El Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez ha transmitido varias veces al Gobierno argentino su molestia por declaraciones de Evo Morales, quien está en ese país desde noviembre, como cuando el pasado enero el ex presidente mencionó la necesidad de crear “milicias armadas del pueblo” en Bolivia al estilo de las de Venezuela, un comentario por el que luego se disculpó.

La protesta más reciente fue en abril, cuando el Gobierno interino boliviano envió una nota al de Argentina ante nuevas declaraciones de Morales consideradas políticas y que “comprometen la seguridad” del país, sin saber hasta el momento de qué estatus goza el ex gobernante en el país vecino.

La nota, que la canciller calificó de “respetuosa" pero “categórica", transmite “sorpresa” por los pronunciamientos de Morales sobre el accionar de las nuevas autoridades para contener la pandemia del coronavirus. Ofuscada, la canciller transitoria señaló que el ex presidente boliviano no está en las mejores condiciones “para dar consejos a nadie”. “Él debía aplicar sus consejos cuando era presidente y no lo hizo”, argumentó.

Morales viajó a México en noviembre pasado tras anunciar su renuncia a la presidencia de Bolivia denunciando que era forzado por un golpe de Estado para derrocarlo en medio de presiones de policías y militares, entre otras, y en diciembre se trasladó a Argentina, donde solicitó refugio.

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