El oncólogo Nelson Teich asumió el Ministerio de Salud de Brasil el pasado 17 de abril, pero menos de un mes después presentó su renuncia por razones similares que su antecesor en el cargo: las presiones del presidente Jair Bolsonaro para cambiar la estrategia de combate al nuevo coronavirus.
Sin ninguna experiencia en la política y con una larga trayectoria en la medicina privada, Teich fue el elegido por Bolsonaro para hacer olvidar a Luiz Henrique Mandetta, con el que el mandatario mantuvo fuertes discrepancias sobre la necesidad de las medidas de aislamiento para contener la pandemia.
Mandetta, defensor de las cuarentenas para frenar la curva de contagios, fracasó entonces en su intento de convencer al jefe de Estado de dar prioridad a la emergencia sanitaria y Teich ha seguido el mismo camino.
Fuentes en el ministerio citadas por O Globo afirman que el secretario ejecutivo, el general Eduardo Pazzuelo, actuará como interino en el cargo.
El oncólogo asumió la cartera de Salud con la curva de contagios en pleno crecimiento exponencial y en seguida adoptó un perfil más bajo que su antecesor: redujo las comparecencias ante la prensa y evitó entrar en el cuerpo a cuerpo con el líder ultraderechista.
Asimismo, empezó su gestión con un mensaje difuso sobre la idoneidad de las cuarentenas. Sin embargo, con el paso de los días, se distanció del discurso del gobernante, que apuesta por volver a la normalidad de forma “inmediata” porque, como sostiene, el desempleo “también mata”. El ahora ex ministro alertó entonces de que Brasil puede llegar a registrar mil fallecidos al día y descartó, por el momento, recomendar flexibilizar las medidas de aislamiento, como defiende Bolsonaro. “Nadie está pensando en relajar el aislamiento. En este momento, nadie está pensando en flexibilizar nada”, señaló días atrás. Pero el mandatario hizo caso omiso de esas orientaciones y sin avisar a su ministro de Salud, incluyó en la lista de actividades esenciales a peluquería, salones de belleza y gimnasios. Teich se enteró de esa decisión del presidente a través de los periodistas, en una rueda de prensa.
Posteriormente ambos dirigentes entraron en conflicto en relación al uso de la cloroquina, un medicamento cuya eficacia contra el COVID-19 no está probada científicamente, pero que Bolsonaro defiende incluso para casos leves. Teich, en cambio, advirtió esta semana sobre los riesgos “colaterales” de administrar este antipalúdico para infectados con coronavirus, ante lo cual el mandatario respondió implícitamente pidiendo a todos sus ministros que estén “en sintonía” con él. En la víspera, en una reunión virtual con empresarios, Bolsonaro dio hoy un paso más allá y aseguró que “exigiría” a Teich modificar la recomendación sobre el uso de la cloroquina, que ahora el Ministerio de Salud solo aconseja para los cuadros más graves.
Esa fue la gota que colmó el vaso.
Teich abandona el despacho en momentos en que en el país se registran casi 14.000 fallecidos y más de 200.000 contagios.
El pico de la pandemia solo se espera para las próximas semanas. Aún cuando no tiene ningún tipo de experiencia política, Teich prestó asesoría al equipo de Bolsonaro que, a fines de 2018, preparó la transición antes de que recibiera el poder del presidente Michel Temer, el 1 de enero de 2019. También actuó como asesor del departamento de Ciencia, Tecnología y Estrategia del Ministerio de Salud entre septiembre de 2019 y el pasado mes de enero, aunque siempre en el área técnica.
Hasta acercarse al equipo de transición de Bolsonaro, Teich sólo había trabajado en la órbita privada, en la que es reconocido como uno de los mejores especialistas en oncología del país. Teich estudió medicina en la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), se especializó en oncología en el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) y también cursó un doctorado en Economía de la Salud en la universidad británica de York. Es socio y fundador de la empresa Teich Health Care, que ofrece consultoría en el área de medicina y cuyos clientes son todos del sector privado. Antes, fue miembro del Instituto de Educación y Pesquisa, volcada también a la medicina, y fue socio del Grupo Clínicas Oncológicas Integradas (COI), que presidió entre 2015 y 2018. Asimismo, trabajó como consultor del Hospital Israelita Albert Einstein, de Sao Paulo, uno de los centros médicos de referencia en el país en lo relativo a tratamientos contra el cáncer.
Tras saber de la renuncia de su sucesor, el ex ministro Mandetta se pronunció en Twitter: " Oremos. Fuerza SUS (Sistema público de Salud). Ciencia. Paciencia. Fe. Quédense en casa".
Con información de EFE
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