Un empresario brasileño protagonizó este jueves una insólita intervención durante una videoconferencia en la que él, junto a un grupo de colegas, mantuvieron con el presidente Jair Bolsonaro. El hombre, que aparentemente pretendía intervenir con la cámara apagada, apareció duchándose durante la conversación.
Según lo informado por O’Globo, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf, estaba hablando cuando Bolsonaro, al darse cuenta del incidente, lo interrumpió.
“Paulo, hay un colega en el último cuadro que está fuera, ¿vale?”, señaló el presidente brasileño, quien luego se dirigió a su ministro de Economía, Paulo Guedes, que estaba a su lado.
“Hay un tipo duchándose allí. Hay un tipo tomando un baño allí, haciendo aislamiento en casa (risas). El tipo se calentaba con la conversación, luego fue a tomar un baño frío…”, manifestó Guedes. Bolsonaro, en tanto, respondió: “Desafortunadamente lo vimos [risas]. Era un cuadro sinuoso, pero lo vimos, por desgracia”.
De acuerdo a O´Globo, el empresario es también un asesor de Fiesp.
Bolsonaro pidió este jueves a los empresarios “jugar pesado” contra el gobernador de San Pablo, Joao Doria, que apoya medidas de confinamiento para enfrentar el coronavirus, porque se trata de una “guerra” en la que está en juego la economía del país.
“Un hombre está decidiendo el futuro de San Pablo, está decidiendo el futuro de la economía de Brasil. Ustedes, con todo respeto, tienen que llamar al gobernador y jugar pesado, jugar pesado, porque la cuestión es seria, es guerra. Es Brasil en juego”, dijo el jefe de Estado, en línea con su postura contraria a las medidas de aislamiento y cierre de comercios por la pandemia.
Para frenar el avance del nuevo coronavirus, el gobernador de San Pablo, el corazón económico de Brasil y de América Latina, evalúa decretar un “lockdown” en el estado, que es el epicentro del virus con 51.097 casos (27% del total) y 4.118 muertos (31%).
La medida ya fue aplicada por al menos tres capitales de Brasil, entre ellas Fortaleza y Belém (nordeste), entre las más golpeadas por la COVID-19.
Doria y otros diez gobernadores anunciaron el miércoles que peluquerías y gimnasios permanecerían cerrados, pese a que Bolsonaro los había categorizado en un decreto como "actividades esenciales" en un nuevo intento de reabrir el comercio.
Doria decretó en marzo una cuarentena parcial de su estado, que prolongó hasta el 31 de mayo. El gobernador, aliado de Bolsonaro durante la campaña presidencial de 2018, no tardó en responder este jueves en sus redes sociales.
"Una vez más, el presidente Bolsonaro deja de defender la salud de los brasileños para atacar a quien está trabajando para proteger vidas. Prefiere mítines, andar en jet ski, entrenar tiro y hacer parrilladas. Mientras miles de brasileños mueren por coronavirus", escribió en Twitter.
El estado de San Pablo se encuentra desde el 24 de marzo en cuarentena parcial, que permite el funcionamiento solo de comercios esenciales, como supermercados, hospitales, farmacias o bancos.
Durante la teleconferencia con empresarios, Bolsonaro también criticó que el Supremo Tribunal Federal (STF) reafirmara la autonomía de los alcaldes y gobernadores para tomar decisiones sobre el confinamiento o el lockdown.
Bolsonaro, que ha llegado a calificar el coronavirus como una “gripecita”, considera que hay intenciones políticas detrás de las medidas de los gobernadores para “quebrar la economía” y perjudicar a su gobierno.
El ministerio de Salud brasileño reportó este jueves que en el país murieron otras 844 personas por el COVID-19 en las últimas 24 horas, llevando a 13.993 el número total de víctimas fatales.
Brasil, epicentro latinoamericano de la pandemia, encara el creciente avance de la enfermedad en medio de un pulso entre los gobernadores y Bolsonaro por la reapertura de la economía.
Con información de O´Globo y EFE
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