Jair Bolsonaro afirmó este jueves que la Argentina marcha “camino al socialismo” y que tiene miles de muertos menos que Brasil por coronavirus por la diferencia en la cantidad de habitantes. Al mismo tiempo, elogió el modelo aplicado por Suecia para enfrentar la pandemia.
Al hablar con periodistas en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial, el presidente brasileño fustigó a los gobernadores e intendentes de Brasil que ejecutan medidas de distanciamiento social. Además, afirmó que su país se encamina a una realidad de “pobreza” y “miseria” similar a la de partes de África.
Brasil tiene ya más de 13.100 muertos por coronavirus y casi 190.000 casos, mientras que Argentina tiene 344 decesos y unos 6.800 contagios. Bolsonaro fue consultado sobre la diferencia de muertes por coronavirus entre los dos países, teniendo en cuenta que los casos comenzaron a registrarse prácticamente en paralelo, a inicios de marzo.
“Es sólo hacer la cuenta por millón de habitantes, pero hablemos de Suecia, que no cerró la economía. Ustedes hablan del lado ideológico, ustedes hablan de un país que camina hacia el socialismo, que es la Argentina”, dijo Bolsonaro.
Brasil tiene 210 millones de habitantes, más de cuatro veces y media más que los 44 millones de Argentina. Pero tiene casi 40 veces más muertos por Covid-19.
El recrudecimiento de la enfermedad ha puesto en jaque a los estados brasileños, muchos de los cuales están al borde del colapso sanitario, y ha obligado a las principales regiones del país, como Sao Paulo y Río de Janeiro, a endurecer las restricciones de circulación para contener los contagios. Dichas medidas han sido duramente criticadas por Bolsonaro, quien ha alentado a volver al trabajo para “salvar la economía” bajo el argumento de que el desempleo mata tanto como el virus.
“Esta historia del lockdown (cierre o cuarentena) es un fracaso, va a quebrar a Brasil. Les digo a los gobernadores que den marcha atrás, que vamos a dialogar”, dijo el mandatario. “Es mentira que habrá recuperación económica. (Brasil) no se recuperará. Seremos un país de miserables, hay que enfrenar el virus con coraje, morirán muchos, lamento, lamento, lamento, pero morirán más destrozados por hambre y falta de empleo”, subrayó.
El gobierno de Brasil calculó ayer que el PIB caerá 4,7% en 2020, mientras que la fuga de inversores de la plaza brasileña provocó una devaluación superior al 46% en lo que va del año, con el dólar cotizado este jueves a más de 5,91 reales.
Bolsonaro ha colocado en su punto de mira a los gobernadores de Sao Paulo y Río de Janeiro, dos de los estados más ricos y poblados del país y principales promotores de las cuarentenas, y les ha retado en diversas ocasiones, alargando la batalla política en plena pandemia. El fuego cruzado se recrudeció esta semana, cuando el presidente publicó un decreto para incluir a los gimnasios, los salones de belleza y las barberías como “servicios esenciales” que deben continuar funcionando pese al agravamiento de la crisis.
La decisión fue interpretada como una presión contra los gobernadores, pues el Tribunal Supremo ratificó en abril la autonomía de los estados y municipios para decidir las medidas de aislamiento social. Tanto el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, como el de Río, Wilson Witzel, siguieron las directrices de la máxima corte e ignoraron el decreto presidencial, ampliando la brecha que les separa del jefe de Estado, que parece aislarse políticamente.
Con información de Télam y EFE
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