El ministerio de Salud de Brasil reportó este lunes 396 nuevas muertes por coronavirus, llevando el total a 11.519 con un total de 168.331 contagios.
También se informaron 5.632 contagios en las últimas 24 horas.
Los números son sensiblemente inferiores a los registrados a finales de la semana pasada, cuando hubo 751 muertos. Pero las autoridades recalcan que los fallecimientos reportados los lunes suelen ser menos debido a la reducción en los fines de semana del personal del ministerio dedicado de monitoreo de los casos.
Bolsonaro busca abrir gimnasios y peluquerías
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, informó este lunes que firmó un decreto para incluir a los gimnasios, salones de belleza y barberías en la lista de servicios esenciales que deben seguir funcionando pese a la expansión de la pandemia del coronavirus.
“Lo incluí hoy, porque salud es vida”, afirmó el presidente en declaraciones a periodistas a las puertas del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
La decisión, que fue publicada en el Diario Oficial de la Unión, coincide con el aumento de las restricciones impuestas por los estados y municipios de diversas regiones de Brasil para combatir el avance del coronavirus.
Bolsonaro, uno de los mandatarios más escépticos sobre la gravedad del virus y quien ha instado a la población a volver al trabajo, incluyó la semana pasada al sector de la construcción y las actividades industriales en la lista de servicios esenciales.
No obstante, el Tribunal Supremo de Brasil ratificó recientemente la autonomía de los estados y municipios para decidir las medidas de aislamiento social y los servicios que pueden continuar operando durante la pandemia.
La decisión de Bolsonaro, por tanto, fue interpretada como un nuevo movimiento para presionar a los gobernadores y alcaldes que restringen la circulación de personas, sea en forma parcial o de cuarentena total en estados o municipios, y relajar así las cuarentenas.
El líder de la ultraderecha brasileña considera que el virus es una “gripecita” que contagiará al “70 % de la población” y ha defendido en numerosas ocasiones la vuelta a la normalidad, pese a que el país encara la subida de la curva de la enfermedad y podría alcanzar su pico en las próximas semanas.
El pasado sábado, día en el que Brasil superó los 10.000 muertos, Bolsonaro realizó un paseo en moto acuática en el lago Paranoá, en Brasilia, y calificó la pandemia de “neurosis”.
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