El grupo de artistas cubanos Anima presentó videos testimoniales sobre la libertad de expresión

En el Día de la libertad de Prensa, el músico Luis Alberto Mariño Fernández y el artista plástico Lester Alvarez Meno seleccionaron dos de sus obras sobre el tema

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Sostener la libertad, Luis Alberto Mariño Fernández

El músico Luis Alberto Mariño Fernández y el artista plástico Lester Alvarez Meno, integrantes del Grupo Anima, desarrollaron unos videos testimoniales acerca de la libertad de expresión en ocasión del Día Internacional de la Libertad de prensa, en donde presentan sus visiones acerca del vínculo entre sus creaciones y la libertad de expresión.

“Esta pequeña pieza la compuse pensando en lo que significa para mi la libertad en su generalidad. La compuse contraponiendo dos gestualidades. Un sonido que crece y un sonido abrupto que lo corta y de alguna manera es una imagen para mi de lo que significa ser libre. Ser libre significa para mi sostener un conflicto con uno mismo, a veces con la sociedad y la mayoría de las veces una mezcla de ambas cosas. Pero es sostener un conflicto”, aseguró Fernández sobre la pieza musical “Sostener la libertad”

El también coordinador del Proyecto Anima agregó: “Tengo una mirada positiva, la pieza transcurre desde el grave y termina en el agudo. Y es para mi toda una progresión ascendente que significa que sostener ese conflicto es ascender… es algo hermoso y aun creo que es un regalo que nos hacemos a uno mismo y al prójimo y creo que es siempre una victoria”.

"La vitrina que cae", una obra del artista plástico cubano Lester Alvarez Meno
"La vitrina que cae", una obra del artista plástico cubano Lester Alvarez Meno

Lester Alvarez Meno presentó como homenaje al Día Internacional de la Libertad de prensa una obra que realizó en el 2016 inspirada en un poema inédito de un escritor cubano, Etienne Martinez Roman. “La obra, llamada “La Vitrina que cae” es un gesto simbólico que de alguna manera expresa esa necesidad que yo creo que tenemos los cubanos de deshacernos de una serie de cosas que han sido inculturadas a partir de este último proceso histórico que estamos viviendo, y que creo que necesitamos salir de ella para poder construir una nación más libre, más democrática y más feliz también”, explicó.

Los objetos presentes en la vitrina fueron donados por un grupo de colaboradores. “Expresan muchas cosas, la frustración que sentimos por la imposibilidad de salir de Cuba, la frustración que sentimos por la carencia económica, la frustración que sentimos por la carencia de libertad de expresión”. Y agrega: “Quiero compartir esta pieza con ustedes porque de alguna manera es lo yo que quisiera que como sociedad entendiéramos, que necesitamos deshacernos de cosas que nos lastran como sociedad y nos hacen más infelices y nos hacen prisioneros”. Y una de ella, la más urgente, explica, es el Decreto 370 del gobierno cubano que impide que las personas expresen libremente lo que están padeciendo en estos momentos tan difíciles para Cuba”.

El decreto ley 370, conocido como “Ley Azote”, es la norma a la que recurre el régimen cubano para censurar y multar a los ciudadanos por criticar al Gobierno en las redes sociales.

Grupo Anima, Espacios de la Memoria: Promoción de Investigación y Creación de Arte Cubano es un colectivo de amigos: artistas, investigadores y escritores, que trabaja la construcción de la memoria en Cuba, “llevando de forma paralela pequeñas investigaciones personales y dinámicas grupales de acompañamiento y socialización”.

“La atención no está solo puesta en el pasado, sino también en visibilizar espacios, acontecimientos, personas cruciales dentro de la cultura cubana actual y que son vulnerables al olvido”, explican.

El nombre del proyecto se refiere al libro publicado en el año 2002 por José Kozer, un poeta que se exilió de Cuba a principios de los sesenta.

Anima, que nació hace más de 9 años con la muestra Quinto Día (2010), lleva desarrolladas más de 15 exposiciones en Cuba, produjo la serie documental “Sin349” y llevó a cabo en el 2019 la exposición ‘‘Cuba, realidad oblicua’’ en Buenos Aires, en el Espacio Cultural Julián Centeya en el barrio de San Cristobal.

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