Simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron en una movilización de médicos y enfermeros que exigían medidas contra la pandemia del coronavirus

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Simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron en una movilización de médicos y enfermeros en Brasil

Los médicos y enfermeros se movilizaron ayer en Brasilia en honor a las víctimas de Covid-19 en Brasil. Con una cruz en la mano, llamaron la atención sobre el número de muertes causadas por la enfermedad, además de poner de relieve la importancia del aislamiento social para el control de la pandemia.

La manifestación comenzó a las 9:30 frente a la Corte Suprema Federal. Todos los profesionales llevaban máscaras de protección facial y mantenían una distancia mínima de dos metros. La movilización duró unas dos horas.

En un momento, llegaron los simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro. La tensión escaló cuando un hombre con banderas de Brasil se abalanzó contra una enfermera, pero la situación no terminó en violencia.

La protesta tenía tres objetivos centrales: defender el aislamiento social sobre una base científica, honrar a los trabajadores de la salud de todo Brasil que murieron luchando contra el Covid-19 y mostrar la importancia de la categoría.

Los médicos y enfermeros  se manifestaron en el centro de Brasilia
Los médicos y enfermeros se manifestaron en el centro de Brasilia

Para la enfermera Marcela Vilarim, el acto fue también una llamada de auxilio a la población. “Estamos muriendo en esta lucha contra Covid-19. Nos estamos enfermando, ya no somos una fuerza de trabajo, somos pacientes. Necesitamos más que aplausos, necesitamos aprecio y respeto. Y el respeto pasa por mantener el aislamiento social”, aseguró. Según ella, el aislamiento social es extremadamente importante para contener la velocidad de la epidemia.

Bolsonaro, que acostumbra a menospreciar la gravedad del virus y defiende el fin de las cuarentenas, mantiene un duro pulso con los gobernadores y alcaldes del país, que tienen la competencia para imponer cuarentenas en sus territorios, de acuerdo con la Constitución.

Las medidas de distanciamiento social rigen, con mayor o menor grado, en los 27 estados del país y son recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, el jefe de Estado ha exigido en varias ocasiones la reapertura de las comercios porque, según dice, el desempleo también "provoca muertes" e insiste en que "la economía no puede parar".

El mandatario responsabilizó esta semana a gobernadores y alcaldes del aumento de las muertes por COVID-19, que en Brasil ya llegan a casi 6.000, con más de 85.000 casos confirmados. Brasil registró 428 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas. El balance también indicó que 38.039 de los contagiados se han recuperado satisfactoriamente del virus, lo que equivale al 41 % del total.

El estado de Sao Paulo, el más rico y poblado de Brasil, con unos 46 millones de habitantes, continúa siendo el más golpeado por la pandemia con 2.511 fallecidos y 30.374 infectados por COVID-19.

Las autoridades locales inauguraron este viernes el tercer hospital de campaña en la capital paulista en el Polideportivo del Ibirapuerta, con 268 nuevas camas disponibles para pacientes con cuadros leves de la enfermedad.

El segundo estado brasileño más afectado es Río de Janeiro, que acumula 10.166 casos y 921 decesos y cuyo sistema de salud ya está al borde del colapso.

Ante el agravamiento de la crisis, el estado de Maranhao ha sido el primero del país que adoptará medidas de confinamiento total de la población en cuatro municipios vecinos a la ciudad de Sao Luiz, la capital regional, a partir del 5 de mayo.

La situación también es delicada en el estado de Amazonas, que, con 476 fallecidos y 5.723 casos, tiene sus servicios sanitarios y funerarios completamente desbordados y ha pedido ayuda al Gobierno de Bolsonaro para superar la crisis.

La pandemia avanza igualmente entre las comunidades indígenas, una de las poblaciones más vulnerables, pues algunas etnias no tienen anticuerpos para enfermedades como la gripe. Según el Ministerio de Salud, ya han fallecido por coronavirus seis indígenas brasileños y hay 105 casos confirmados entre ellos.

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