Las autoridades de la ciudad de Blumenau, ubicada en el estado brasileño de Santa Catarina, permitió la semana pasada la reapertura de sus centros comerciales pese a la pandemia de coronavirus. Durante el fin de semana se registraron imágenes que mostraban como las personas que los visitaban eran recibidas con música en vivo y alfombras rojas. Una semana después, la cantidad de casos positivos se había duplicado. El miércoles 22 de abril los casos confirmados eran 98. Este martes, según el Ayuntamiento, Blumenau ya registró 194 pacientes.
El Ayuntamiento de Blumenau había ordenado la reapertura parcial del comercio el 13 de abril, cuando la ciudad tenía 68 casos. Diez días más tarde añadió la apertura de centros comerciales. En un comunicado, el gobierno de Santa Catarina dijo que el aumento de casos “forma parte de un movimiento esperado de la enfermedad ante la propagación del virus y la expansión de las pruebas”.
“No podemos hablar de causa y efecto porque tendríamos que ver si las personas que dieron positivo fueron al centro comercial”, explicó el infectólogo de Fiocruz, Fernando Bozza, al diario Estadao. “Pero puede estar asociado. De todos modos, indica que debemos prestar atención a estas medidas. Las curvas son ascendentes, no es el momento de flexibilizar las medidas de aislamiento”.
Blumenau tiene una población de 300.000 habitantes, según un censo de 2010, y no registra muertes por COVID-19. En Santa Catarina hay 1.995 casos confirmados y 44 muertes, según el Ministerio de Salud. El estado comenzó la cuarentena el 17 de marzo y los primeros casos en Blumenau se registraron el 20 de marzo.
La responsabilidad
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, responsabilizó este miércoles a los gobernadores y alcaldes del país, que han sido los impulsores de adoptar medidas de aislamiento, del aumento de las muertes por el COVID-19 en el país.
“Esa factura tiene que ser enviada a los gobernadores. Pregunten al señor Joao Doria (gobernador de Sao Paulo), al señor (Bruno) Covas (alcalde de Sao Paulo) por qué han tomado medidas tan restrictivas y continúa muriendo gente”, dijo Bolsonaro en la puerta del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
“Ellos tienen que responder. Ustedes no van a cargar en mis espaldas esa cuenta”, añadió dirigiéndose a los periodistas.
Preguntado sobre cuál sería su responsabilidad al respecto, el jefe de Estado respondió: “La pregunta es tan idiota que no voy a responderte”.
Tras las declaraciones de Bolsonaro, el gobernador de Sao Paulo protagonizó un duro pronunciamiento en el que invitó al presidente a "salir de su burbuja" y visitar los hospitales colapsados y las "personas agonizando".
"Pare presidente con esta política de perversidad, pare de dificultar a aquellos que están luchando por salvar vidas, pare de hacer política en medio de un pais que llora las muertes", dijo este miércoles Doria.
Bolsonaro, que defiende la vuelta "inmediata" a la normalidad y el fin de las cuarentenas, minusvalora el peligro de la crisis sanitaria desde que apareció el primer caso confirmado de nuevo coronavirus en el país, el pasado 26 de febrero.
Dos meses después, la pandemia avanza de forma inexorable al registrar 5.017 muertes, por encima ya de China, y 71.886 casos confirmados, según el último balance del Ministerio de Salud, que espera el pico para mayo o junio.
Con información de EFE
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