La ministra de Exteriores boliviana, Karen Longaric, aclaró que el Gobierno no repatriará a los nacionales varados en el extranjero a causa de la pandemia de coronavirus porque Bolivia es un “país pobre”, si bien ha indicado que sí los ayudará con comida y medicamentos a través de los consulados.
Bolivia, al igual que muchos países, cerró sus fronteras para frenar la propagación del virus, lo cual ha dejado a miles de sus ciudadanos atrapados en el extranjero, la mayoría en Chile.
En las últimas semanas ha crecido la polémica por la decisión del Gobierno de suspender las repatriaciones, algo que incluso provocó enfrentamientos entre los bolivianos que querían volver y los militares que resguardaban la frontera.
“Yo sé que los vuelos que vinieron a recoger a los ciudadanos europeos han sido pagados por los ciudadanos europeos, no por sus gobiernos (...) Por eso, no creo que se deba criticar al Gobierno, somos un país pobre, imagínese si países ricos aplican esa política”, dijo el martes en una entrevista concedida a la Televisión Universitaria.
No obstante, anunció que se ha aumentado el presupuesto del Ministerio de Exteriores para “realizar transferencias público-privadas en especie, durante el periodo de la emergencia sanitaria (...) a favor de ciudadanos bolivianos en el exterior en situación de vulnerabilidad”, según informa el diario boliviano La Razón.
Longaric explicó que se ayudará a los bolivianos “en situación difícil” mediante la entrega de comida, medicamentos y productos de higiene, entre otras cosas, “pero no con dinero”.
“Ya hemos empezado a hacerlo a los compatriotas que han perdido a un ser querido en España, que necesitan cremarlos y es muy caro”, apuntó.
Bolivia ha declarado una cuarentena nacional, suspendido clases y actividades no esenciales, además de cerrado fronteras, para combatir el coronavirus, que deja ya 609 casos confirmados y 37 muertos en el país.
(Con información de Europa Press)
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