El presidente Jair Bolsonaro cuestionó este viernes los datos de muertos por el nuevo coronavirus en el estado de Sao Paulo, con cuyo gobernador mantiene un duro enfrentamiento por su gestión de la pandemia.
“En Río de Janeiro, hasta los datos de ayer [jueves] había nueve muertos, y 58 en San Pablo. Sé que hay una diferencia de población, pero es una cifra muy grande para San Pablo. No puede haber un juego de números para favorecer intereses políticos. No me creo esos números de San Pablo, sobre todo por las medidas que él [el gobernador Joao Doria] tomó”, declaró Bolsonaro en una entrevista telefónica en el canal Band TV.
El mandatario ultraderechista lleva semanas minimizando la gravedad de la pandemia, que tilda de “gripecita”, y emprendió una campaña contra las medidas de confinamiento decretadas en muchos estados, entre ellos San Pablo. Además, Bolsonaro comparó la pandemia del nuevo coronavirus con las muertes por accidentes de tránsito. “¿Van a morir algunos? Van a morir, oye, lo siento. Esta es la vida, esta es la realidad. No podemos detener la fábrica de automóviles porque hay 60,000 muertes de tráfico al año, ¿verdad?”.
Según Bolsonaro, las cuarentenas pueden provocar un “caos” social con “saqueos de supermercados” y representan una amenaza para la “normalidad democrática”.
Doria, del ala conservadora del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y antiguo aliado de Bolsonaro, se ha erigido en una figura de referencia por su gestión de la crisis en San Pablo, que hasta el viernes registró 68 de los 92 muertos en el país.
El gobernador impuso en el estado más rico y poblado del país (45,9 millones de habitantes y un tercio del PIB) una cuarentena que determina el cierre de restaurantes, cafés y bares y otros servicios no esenciales.
“San Pablo no va por el buen camino, la población ya entendió que él [Doria] exageró en la dosis, espero que se tome un comprimido de humildad”, declaró Bolsonaro.
Horas antes, Doria criticó la postura de Bolsonaro frente a la pandemia. “Casi la mitad de la población está en casa. El mundo entero está en casa ¿y el único que tiene razón es el presidente Jair Bolsonaro? Reflexionen sobre eso”, declaró.
En esa tensión entre medidas de prevención y actividad económica, Bolsonaro asistió el viernes al lanzamiento por el Banco Central de Brasil de una línea de crédito de emergencia de 40.000 millones de reales (USD 8.000 millones) para que las pequeñas y medianas empresas puedan pagar salarios durante dos meses.
La Cámara de Diputados aprobó por su lado la noche del jueves un proyecto de distribución de ingresos por tres meses para trabajadores informales que oscilará entre 600 y 1.200 reales (USD 120 y 240). El texto debe ser discutido ahora por el Senado.
“Brasil no puede parar”
Bolsonaro y su hijo senador, Flavio Bolsonaro, promovieron en sus redes acciones y mensajes que atacan la restricción de circulación como medida para contener el avance del virus.
El jefe de Estado divulgó la noche del jueves un video de una caravana de vehículos celebrando la reapertura de comercios y escuelas en un balneario en Santa Catarina. “El pueblo quiere trabajar”, escribió el presidente debajo del video.
Su hijo Flavio distribuyó en Facebook un video que termina firmado por el gobierno federal y que lleva por eslogan central “Brasil no puede parar”.
Sin embargo, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia dijo en un comunicado que el video fue producido “en carácter experimental” y que no llegó a ser aprobado por el gobierno ni divulgado por los canales oficiales.
El miércoles, 26 de los 27 gobernadores de Brasil se pronunciaron a favor de medidas de aislamiento social.
Con información de AFP
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