En un nuevo pronunciamiento que fue transmitido por radio y televisión, el presidente brasileño Jair Bolsonaro cuestionó duramente las restricciones impuestas por el coronavirus en algunos estados y se refirió a un supuesto clima de histeria instalado en el país, por el que culpó a los medios de comunicación.
El mandatario reivindicó el hecho de que desde el comienzo de la pandemia, que ya se cobró 46 vidas en Brasil y registró más de 2.201, su gobierno trabajó por contener la histeria y el pánico en el país.
“La mayoría de los medios de comunicación hicieron lo contrario. Difundieron una situación de pavor, aprovechando los números de Italia”, argumentando que el país europeo tiene un clima totalmente diferente al del país sudamericano. “Fue el escenario perfecto potenciado por los medios para que la histeria se difundiera en todo el país”, añadió.
Además, citado por Folha de S. Paulo, el presidente afirmó que “nuestras vidas tienen que continuar” y que “debemos mantener los empleos”. “El sustento de los hogares debe ser sostenido. Debemos volver a la normalidad”, añadió, además de que volvió a comparar la pandemia causada por el COVID-19 con una “gripecita” o “resfriadito”.
También afirmó que los gobernadores que adoptaron medidas de cuarentena ponen en riesgo la economía con una política de “tierra arrasada”.
“Algunas autoridades de estados y municipios deben abandonar el concepto de tierra arrasada: la prohibición de transporte, el cierre del comercio y el confinamiento masivo”, dijo Bolsonaro en un discurso transmitido por todos los medios nacionales.
Las declaraciones de Bolsonaro llegan en un momento en el que muchas de las autoridades estaduales tomaron medidas para restringir parcial o totalmente la circulación de sus habitantes y contener así los contagios.
Es e caso de San Pablo, que comenzó este martes el primer día de una cuarentena menos rigurosa que la de otros países.
El número de personas diagnosticadas con el nuevo coronavirus en Brasil aumentó el martes a 2.201 y la cifra total de muertes llegó el martes a 46, tras un aumento de 12 muertes en las últimas 24 horas.
Los datos fueron publicados por el Ministerio de Salud, y reflejan un crecimiento del número de casos confirmados fue del 16%, y del de muertes del 35%.
San Pablo sigue liderando el ranking de la enfermedad en Brasil. Según el nuevo balance, el estado tiene 810 casos confirmados de la enfermedad y 40 de las muertes.
Con información de AFP
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