SAN PABLO (Eleonora Gosman).- En medio de la crisis sanitaria por la pandemia, en Brasil acaba de estallar en forma abierta el conflicto entre el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador más poderoso de Brasil, el paulista Joao Doria. En una teleconferencia que mantuvieron esta mañana, en la que participaron también gobernadores del sudeste del país, Doria relató que durante la conversación y luego de formularle un pedido, recibió "un ataque descontrolado del presidente. En vez de discutir medidas para salvar vidas, prefirió hablar de política y elecciones”.
El mandatario paulista agregó: “Tenemos 40 muertos en San Pablo por COVID-19 del total de 46. Son personas, son brasileños documentados, con familias que sentirán su falta. Precisamos de unión y de serenidad para proteger las vidas”.
Bolsonaro le dijo al gobernador Doria que no tenía autoridad para criticarlo, dado que habría ganado las elecciones de 2018 abrazado a él. En esa videoconferencia, el jefe de Estado le dijo: “Se le subió a la cabeza la posibilidad de ser presidente de Brasil. No tiene responsabilidad. No tiene altura para criticar al Gobierno federal”. Luego agregó: “Si usted no pone piedras en el camino, Brasil va a despegar y conseguirá salir de la crisis. Salga del podio, gobernador”.
Anoche, Bolsonaro le habló al país por primera vez en cadena de TV y radio. Fue un mensaje que causó sorpresa hasta en los medios oficiales. Reiteró sus ataques a la prensa brasileña: “Gran parte de los medios de comunicación fueron a contramano y difundieron exactamente la sensación de pánico, poniendo énfasis en el anuncio de gran cantidad de víctimas en Italia”. Argumentó que en ese país europeo “hay un gran número de ancianos. Nosotros tenemos un país joven”. El presidente volvió a mencionar que es preciso “evitar la histeria y el pánico”.
Dijo también: “Nuestra vida tiene que continuar y precisamos mantener los empleos. El sustento de las familias debe ser preservado. Debemos volver a la normalidad”. Sus palabras causaron impacto en medio del crecimiento desbordado de la curva de contagiados y muertos. Ayer eran 46 los fallecidos y 2.201 casos comprobados.
Ante los gobernadores, que compartieron la conferencia con Doria esta mañana, el presidente enfatizó: “Ustedes tienen que abandonar el concepto de tierra arrasada”. Se refería a las decisiones adoptadas en casi todos los estados provinciales de Brasil, que prohibieron el transporte masivo en las grandes capitales y cerraron comercios. A esa estrategia, el presidente brasileño la denominó “confinamiento de masas”.
En respuesta a las medidas resueltas por los gobernadores, Bolsonaro se avino finalmente a aceptar la realidad y publicó un decreto nacional que permite establecer cuarentenas temporarias con control de rutas y con restricciones en puertos y aeropuertos. También terminó por admitir limitar el transporte por carretera entre los distintos estados. Pero obliga a los gobernadores a “solicitar” el permiso para esas cancelaciones temporarias a las autoridades nacionales. Justamente, este fue uno de los ejes de confrontación entre Bolsonaro y los gobernadores, a quienes acusó de “invadir” competencias de organismos federales.
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